sábado, 27 de febrero de 2010

Terremotos y tsunamis

Tiembla. Como un niño a la intemperie, sin calzado, sin abrigo, sin cariño. Aúlla estruendosamente. Como si el dolor fuera tan irresistible como el del desgarramiento de la identidad, de los sueños, de la libertad. Se sacude, furioso. Como queriendo desprenderse de un manto de aves de rapiña, de moscardones sedientos, de cucarachas feroces. Y arrasa con lo que está a su alcance, indefenso, pero brutal. Como una fiera defendiendo su alimento, su cría. El mundo tiembla, de repente. Está furioso. Y aúlla. Y se sacude. Y arrasa con todo. Y se rebela. Y se defiende, quizás, de tantas injusticias.


Nota: Son al menos 708 los muertos en Chile por el terremoto que sacudió al país esta madrugada. Un niño de 8 años murió en Salta, por otro sismo, apenas unas cuantas horas después. Haití todavía no logra recuperarse de la catástrofe sísmica de hace dos meses, que mató a cerca de 200.000 personas. En varios países del sureste asiático todavía sueñan con el tsunami que arrasó con cerca de 300.000 vidas. SOS al mundo, por favor.

viernes, 26 de febrero de 2010

Fuga de nervios

¡Ayyyyyy! Cada dos por tres. ¡Ayyyyy! Se suceden, una, dos, miles de veces. ¡Ayyyyyy! Las palpitaciones. Las cosquillas fruncidas en el pecho. ¡Ayyyyyy! Lo pendiente. Lo que aún no planificó. Las horas casi contadas. ¡Ayyyyy! Perdón, no es dolor. Es euforia. ¡Ayyyy! Perdón por tanta incoherencia. El cuerpo, a veces, no tiene coherencia. ¡Ayyyy! Menos cuando la cabeza lo oprime, lo agita, lo desvela. ¡Ayyyyy! Sale solito el suspiro. Mientras labura. Mientras besa. Mientras gruñe. Mientras come. Mientras conversa. ¡Ayyyyyy! Este blog no zafó. Esto es un empacho de alegría. De un viaje que se aproxima. De una ida sin fecha cierta de regreso. ¡Ayyyy! Perdón de nuevo. Esto es una fuga. Mi fuga de nervios.

lunes, 22 de febrero de 2010

De "locos" y "cuerdas"

Una de las cosas que más me llamaban la atención cuando llegué a Buenos Aires era la cantidad de “locos” que uno se cruza, a cada rato, en la calle. Hablando solos, gritando, puteando, al parecer, a personajes imaginarios. Y cómo la gente, en general, los ignora, aunque estén al lado suyo. Dicen que los “locos” no hacen más que gritar verdades, aunque parezcan gratuitas, desenfocadas y desperdigadas al manchanchi. Y supongo que dicen verdades porque no tienen el tapujo que “los cuerdas” solemos tener. ¿Qué es mejor, entonces? ¿Ser “loco” o “cuerda”?

Hoy me crucé con uno de esos “locos”. Andaba por San Juan y Boedo gritando, enojadísimo, contra las inundaciones provocadas por las lluvias y contra los “vecinos paquetes” de Barrio Norte y Recoleta “que votaron a Mauri”. Nadie le daba bola, pero ahí estaba, moviendo las manos enérgicamente, haciendo muecas y mirando a cuanto pasaba a su lado. “¡Claaaarooo, ahí están quejándose los señores paquetes de Recoleta que votaron a Mauri! ¡Ah claro! ¡En Barrio Norte se les mojaron los muebles franceses con la lluvia! ¡Claaarooo! ¡Tan PRO que son, PRO, PRO, PRO! ¡Claaarooo, con sus cacerolas PRO, PRO, PRO!”.

Unas horas después volvería a llover en Buenos Aires. Y otra vez las inundaciones… de agua. Y la tele mostrando a los “cuerdas” quejándose porque se mojaron tres veces en una semana. Entonces pensé en las inundaciones diarias que sufren muchos “locos” que viven en la calle, que trabajan a pulmón en escuelas desintegradas, en salitas médicas cerradas, en centros culturales desalojados por los escuadrones “cuerdas” de “Mauri”. Y me acordé del “loco” de hoy, tan simpático, tan solitario e ignorado, pero más “cuerda” que los “cuerdas”.

lunes, 15 de febrero de 2010

Montevideo

¿Qué es aquello? Pregunta, con la cara pintada de monigotes, sonrisa exagerada y burlándose de nuestras miserias. ¿Qué es aquello? La larga caminata por 18. El viento frío de la rambla. El olor a sal a pesar de ser río. El sol y las tímidas gotitas de una nube fornida y maricona. ¿Qué es aquello? Tres Cruces y Pilsen helada. La ducha fresca, los cuerpos y los azulejos empañados. La campanita de la entrada. Ciudad Vieja, Durazno y Convención. ¿Qué es aquello? Pepe Mujica y los couplés, los tablados y las murgas, el Carnaval que ya se va, pero volverá, y la mirada tenue que se vuelve intensa cuando son dos. ¿Qué es aquello? Las hamburguesas grasientas y chorreadas del carrito de la esquina, los kiosquitos como cabinas, el engañoso cambio de pesos, el café en vasito y el diario en la vitrina. ¿Qué es aquello? La larga feria, los edificios antiguos y derruidos, los balcones en semicírculos, Pocitos y sus playas, Palermo, barrio Sur y los tambores que no están, pero retumban igual. ¿Qué es aquello? El hotelito con paredes de papel, la escalera con difuso recuerdo a infancia, el champú prestado, los libros, dos viejitos abrazados en el banco de la plaza, el mate amargo y el ardor de tanto encuentro. ¿Qué es aquello? Un chiflido. Una escapada. Una ráfaga de Montevideo. Pero con las manos entrelazadas.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Carnaval

Me gusta el Carnaval. Me gustan sus colores, sus ilusiones, su música, su alegría en incansables horas y horas, su ironía, sus ritmos, sus simbologías, sus ritos. Me gusta el Carnaval y su baile, comparsas y corzos, sus diablos y bufones, el ajetreo de las caderas, sus brillos y tambores. Me gustan su mezcolanza y sus olores a choripán, albahaca, talco perfumado, pintura, traspiración, vino, espuma, tierra y ropas pegoteadas. Me gusta el Carnaval en todas sus variantes, y si fuera por a mí recorrería todos los Carnavales del mundo, probaría sus diferentes tinturas y sabores, festejaría con cada una de sus identidades e historias, me enredaría con todos sus mitos y misterios, y danzaría en cada recoveco de rituales e identidades.

¿Será que me gusta mucho festejar? O será que allí, como dice una zamba*, lo triste se vuelve fiesta. O mejor, y más textual, es el lugar donde mueren las tristezas.

* La zamba se llama "Como flor del campo", y es de Raúl Carnota.