No hace falta olfatear tanto. A veces la evidencia queda tan obscena e impunemente expuesta que hasta da vergüenza ajena (al margen del miedo y la bronca). Aquí, sólo un extracto de una columna que escribió para La Nación un nuevo ministro de Macri, Abel Posse:
“Los Kirchner lograron demoler el básico esquema constitucional de orden público y de ejercicio de la fuerza exclusiva del Estado para cumplir con la misión esencial de reprimir (que, según la Real Academia, significa "contener, refrenar, templar o moderar".)
Entró, se filtró, o lograron infectar con un virus ideológico la garantía elemental de seguridad. Impusieron la visión trotskoleninista de demoler las instituciones militares y la policía, como vengándose de los años setenta, cuando una minoría se alzó contra el Estado para imponer una revolución socialguevarista, ajena y aislada ante la inmensa mayoría, empezando por el mismo Perón, los sindicatos y los partidos tradicionales. Sin embargo, con persistencia gramsciana, los guerrilleros que rodean a los K -aunque ya estaban generosamente indemnizados por sus derrotas de los 70- lograron afirmar la tarea de demoler a las Fuerzas Armadas, lograr que los policías se sientan más amenazados e inhibidos en la tarea represiva que los delincuentes en su agresión y que la Justicia se ausente en este momento de crisis, sin reaccionar con urgencia ante la criminalidad reincidente y concediendo excarcelaciones a una gran cantidad de menores, incluso en casos de asesinato o uso de armas.”
Este señor es nada más y nada menos que el nuevo Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, designado por Macri y a punto de asumir en su puesto. Este señor también habla en contra de “la recuperación del joven delincuente y la inclusión social”, porque eso no es más que “rehuir la batalla central” por medio de “armas y medios de acción inmediato”.
Vaya señor. Se me puso la piel de gallina.
2 comentarios:
Ese tipo debe tiene vocación de milico frustrada...
Ya volví :)
Es increíble que un ministro de Educación no diga que la solución al problema es la misma educación...
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