martes, 18 de agosto de 2009

Lo difícil de las trampas

Nunca es fácil descubrir las trampas. Trampas en los juegos, trampas en la calle, trampas en los límites, trampas en el amor, trampas en la competencia, trampas en la cabeza, trampas en el cambio, trampas en los discursos, trampas en la política, trampas en la amistad, trampas en los vuelos, trampas ocultas, trampas explícitas, trampas en los abrazos, trampas en la desazón, trampas en el zapato...

Más difícil aún: descubrirlas y no poder esquivarlas.

6 comentarios:

oveja y negra dijo...

Es cierto :)

Capitan de su calle dijo...

Bueno a veces pasa al revez tambien no?
Uno no se da cuenta de lo que esta zafando hasta que ya pasó.

Esquivar la trampa sin haberse ocupado en descubrirla.


muy bueno el blog.

saludos!!

Bruno Cirnigliaro dijo...

Nunca lo había pensado así.

besos garzón,
volví

Lorena Tapia Garzón dijo...

Y sí, a veces pasa al revés, y otras vemos trampas donde no las hay... Gracias por pasar, Pablo.
Brindo por su regreso, Cirnigliaro. Y por el de Sofy, también.

Ulschmidt dijo...

Si, hay una cierta obligación moral de caer en la trampa aunque se la prevea, para demostrar inocencia, candidez, buena fe y confianza. Otras veces para no desilucionar al emboscador.

Anónimo dijo...

Well I acquiesce in but I dream the post should prepare more info then it has.