domingo, 22 de marzo de 2009

Sangre nómade

Sangre nómade. Confusa, pero tan inquieta como el viento mismo que la acaricia. Entre los cerros, la tierra y el olor a hierba se escabulle. Tímida y altanera a la vez. Tiembla. Sueña. Llora. Juega. Ama. Jura amor. Se va lejos. Pero nunca olvida.

Sangre que no se enfría. Que sueña. Que transpira cada viaje. Que busca. Que encuentra. Que conoce todos y cada uno de los paisajes, aunque en el alma lleva los colores de la quebrada.

Sangre que no se intimida con los grandes edificios. Que recorre cada uno de sus rincones. Que abraza a cada uno de los rostros que encuentra en su andar, mientras suena su guitarra, su quena, su música.

Sangre que sabe. Que sabe que el wayra la acompaña, que sus hermanitos están, aunque queden desparramados por doquier. Que sabe que la pacha lo espera donde sea que vuele. Que sabe que la dispersión de su mirada es sólo una coraza que ya sabe contener.

Sabe, tanto es lo que sabe esa Sangre, que agarró sus cosas y se fue.

Sangre nómade. Sangre inquieta. No huyas. Más bien, que nada te detenga.

Nota: A mi amigo el Wayra, gran poeta y músico, hermoso viento que deja remolinos en su andar, mucha suerte en tu nuevo soplido...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que el viento y su sangre lleven al Wayra por los caminos. Que escriba mucho. Que cante como el zorzal, o como el viento entre los sauces, o como el arroyo entre las piedras... pero que vuelva. Porque su vuelo contagia a los que están cerca. ¡Vaya, Waira!... Malena

el Rafa dijo...

Excelente escrito Lore.

Yo de folklore se tanto como de física cuántica, me gusto esta música.
Beso

Gonzalo Battaglino dijo...

"Sangre Que transpira cada viaje"
Me gusto mucho esta partecita....

Un abrazo!