Aquí y allá. En todos lados. Humo y más humo. En casi todos a mi alrededor. Antes era al revés: creía ser una de las pocas (minoría) que lo producía y lo producía sin parar. Y admiraba a los que no (mayoría) lo necesitaban como yo. Ahora, que ya no lo necesito (o sí, un poco sí), es la mayoría la que lo necesita como antes yo (o quizás no).
Es así, como una cortina de humo que te envuelve, te lleva, te engaña, te hace creer… Nunca terminás de saber cuál es la verdadera verdad. Hasta que se hace humo, supongo. Y te olvidás.
Tigresas
Hace 3 días
11 comentarios:
el humo toca a las personas, como un sutil espionaje a la altura de la piel o las ropas. y cuando te toca, se hace ceniz, te vuelve ceniza. y no queda nada. pero eso.
pense que hablaba del cigarro, ahora no se......
está piola tu blog, saludos
el humo caminando por el aire , se imagina el viajero estelar hacerse humo,
llamar al humo azul en la noche en el dia por su nombre real como seria ,
cada uno se desliza con un dialogo distinto con el , por el
como un alma que viaja a traves de distancias ,de años y se desliza serenamente eterna iniciando un viaje astral
esos viajes suceden en momentos necesarios , saber distinguir el dialogo con el humo es importante.
Había una niña a quien no le gustaba el humo que envolvía a su mamá. No le gustaría el humo, ni el malhumo-r, ni tantas in-huma-anidades de la vida. Dibujaba, entonces, calaveras en las cajuelas de cigarrillos que guardaba su mamá. Como una advertencia -peligro- sin obtener aparentemente resultados. Su mamá seguía fumando y con mal-humo-r. Abatida, resignada, la nena comenzó a fumar. Y se llenó de humo para no ver el mal-humor ni el humo ni...
Por suerte empezó a escribir y el humo se disipó. Y no era tan malo, después de todo, el humor de la madre, ni de mucha gente. Y si eran malos... a ella ya no le importó más. Un beso.
a mi me gusta el humo, pero no el de tabaco...
pero si hay algo que no tolero son los vendedores de humo, mucho menos los exportados a perú.
Bueno, un poco críptico el post, pero me gustó.
Cuántas historias humeantes. ¡Qué humareda!
El humo enceguece la mirada, estorba, entorpece el pensamiento, intoxica los pulmones, deja olor. Supongo que seria mejor que no haya humo, o no tanto.
Saludos L.
Hola Lorena:
Ja! ja! Está buenísimo!
Saludos!!!!
Max.
Lo peor de todo, Abi: entorpece el pensamiento, tenés razón.
¡Gracias Max!
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