miércoles, 13 de agosto de 2008

Tachero enojado

La primera vez que manejé en Buenos Aires me asusté. Y no por no conocer las calles, o por temor a chocar el auto ajeno, o por no saber cómo coño pagar el estacionamiento con esas máquinas tragamonedas que en las provincias no existen. Me asusté por la reverenda puteada que me pegó un tachero: “¡¡¡Hija de mil putaaa!!! ¿Que no ves pedazo de mierda que no tenés lugar para pasar? Te voy a reventar el auto conchudaaaaa”. Estaba enojado el señor. Muy enojado. Tanto que después de que se me pasó el miedo y la culpa pensé que ese tipo, en realidad, no estaba enojado porque le corté el paso en medio de un atasco.

11 comentarios:

PAYITO dijo...

Algo habrás hecho... jejeje. No, chiste, los tachero son todos psiquiátricos.

Adio!

Anónimo dijo...

Buenos Aires es un enigma. Y sus tacheros un misterio a decifrar. Tal vez sean el verdadero termómetro de la ciudad. ¿Se les habrá ocurrido a los encuestadores medir las elecciones en boca de urna de tacheros?. Yo he aprendido con ellos la casi imposible tarea de escuchar y no hablar. ¡¡Hasta me comí ir por Libertador a 100 km por hora escuchando al tachero hablar bien del general tucumano!!
Aunque últimamente implementé una táctica. Subo y doy mi opinión, rápidmente. (Para no escuchar sus porquerías todo el viaje) Digo, por ejemplo: estoy muy contenta con los juicios! Todavía no me expulsaron del auto...

Julio dijo...

Qué lindooooo, Buenos Aires.

Ramiro dijo...

Yo tuve la curiosa suerte de subir varias veces al auto de galantes caballeros que siempre tenian la increible fortuna de llevar a modelos y/o vedettes al teatro y de lograr que estas se lanzaran sobre ellos, por no poder resistir sus insospechados encantos. Modelos y vedettes famosas. A varios de ellos, lamentablemente, se les complicaba el asunto porque parece que las mujeres se les terminaban enamorando y ellos son hombres casados, y de bien. Creo q uno le habia enseniado a pegarle a la pelota a Maradona, q en realidad era diestro pero este tachero lo hizo zurdo.

Lorena Tapia Garzón dijo...

Jaja!! Tal cual Ramiro!!! Los tacheros son la mejor expresión del gen argentino, en todas sus variantes... Lo digo también por el termómetro de Malena. Julio y Payito, bienvenidos!!

Pedro Noli dijo...

Alta puteada. Me encanta cuando las escucho. Los porteños putean muy bien. Pero faltarle el respeto a una señorita, no.

Anónimo dijo...

Lore: Estás más buena que faltar al colegio.

Lorena Tapia Garzón dijo...

Hola Pedro! Es verdad lo que decís: los porteños se caracterizan por las súperputeadas. En Tucumán, en cambio, van directo a las trompadas. Otra cosa: vi tu post sobre la discriminación en los boliches, y no la puedo dejar pasar... Es increíble cómo discriminan los tracheros!

Abi dijo...

Amiga, faltó decir que además de que el tachero estaba enojado, más se enojo al ver que tú eras mujer!. A mi me pasó cuando estuve allí de visita, siendo pasajera y charlando amablemente con el señor dueño de su taxi, pensó quizas yo me podía poner mimosa con él bueno eso seguro por ser mujer, por suerte llegué a mi destino y bajé del tacho.

Anónimo dijo...

Es muy buena observación la de la Licenciada Mamá. El argentino (y me animo a decir que el porteño se destaca en esto) está muy acostumbrado a la impunidad. Tanto así que hasta las puteadas son gratuitas. A simple vista parece que putean por putear, pero seguramente cada uno tendrá sus "razones", y seguramente todos puteamos. Pero tan gratuitamente? ¿Cuanta mierda gratis se tendría que comer uno todos los días pata alienarse de esa forma y comenzar a repartir tb mierda gratis por todos lados? Vos misma lo digiste, En Tucumán directamente se cagan a trompadas. No esta bueno y claramente no es una solución, pero cuando menos no es tan gratis. Uno lo piensa, porque tal vez no haya una instancia institucional para regular eso, pero por ahi te pegan una cagada.
Pobres tacheros en definitiva, son los aliens de la ciudad, y nunca los indemnizaron por ello.

Anónimo dijo...

Di "J" iste se escribe

con "J", carajo.