viernes, 19 de junio de 2009

Rechazo a la soja

Supongo que se gestó en mi niñez. Siempre hay imágenes repulsivas de la niñez que se mimetizan con los gustos y mal gustos (o disgustos) de cuando somos grandes. Y creo que sí, que éste es uno de esos casos, que además se fue acentuando con los años, por alguna que otra anécdota perturbadora. Lo cierto es que le tengo rechazo a la soja. Sí, sí. Justo ahora que se usa comer con salsa de soja, que se habla de la soja como comida sana, que es uno de los productos argentinos y demás campañas favorables. Pero yo le tengo rechazo. A saber:

- De chica, calculo que durante las épocas hiperinflacionarias de los 80, en casa éramos tan pero tan pobres que mi mamá cocinaba tooooooodo a base de soja: milanesas, pizza, leche, tarta, queso, y muchos etcéteras más. Recuerdo su olor nauseabundo, su feo color caqui, todos los bols de casa repletos de soja en remojo y el viejo trapo en que la colaban. No se comía nada fuera de la soja. Pero nada de nada, ¿eh?

- Hace un par de años quise entrar en el mundo de chica-vida-sana. Me compré un par de veces esas milanesas (¿o hamburguesas?) de soja. Hasta que un día se me cayó justo al lado de una zapatilla maltrecha. Literalmente descubrí que se parece más a una suela de zapato que a una milanesa.

- Durante las privatizaciones de Menem, mi papá (ingeniero electricista él) se quedó sin trabajo en la ex estatal Agua y Energía (ahora EDET, EDESUR, EDENOR, depende de la zona donde roba). Entre sus intentos por volver a empezar, se le ocurrió ¡plantar soja! Ese año (justito) hubo sequía o demasiadas lluvias, no sé. Pero le fue mal. Y otra vez, con las enormes bolsas que sobraron en casa: a comer soja, una y otra vez, en todos sus formatos posibles.

- No hace mucho charlé con un aborigen del ex impenetrable, de Chaco. Y digo ex, citando sus propias palabras: “Ex impenetrable, dirás. Ya no es más impenetrable. Lo devastaron con plantaciones de soja”.

- El año pasado, cuando comenzó el conflicto del Gobierno con el campo, terminé de sellar mi absoluto rechazo a la soja (y a todos los que la rodean).

6 comentarios:

Ulschmidt dijo...

Sembrarla no es tan malo - con los debidos ambientales cuidados - pero comerla es para chinos! Yo también tuve mi época de brotes de soja en la ensalada. Mejor que se vaya en barco.

el Rafa dijo...

Que bajón durante las crisis también me metieron soja hasta por las orejas. Otro rechazo que tengo de esos tiempos es al bife de hígado.
Saludos Lore.

Martina Delacroix dijo...

Lore, acabo de hacerme unas milanesas de soja, a mí me encantan, aunque pienso que deben estar llenas de fertilizantes...
Besos.

María Abraxas dijo...

No me jodan!! las milanesas de soja no son milanesas!!!! Ese nombre sólo se le atribuye a las milanesas de carne o pollo y fritas, no al horno. Lo único que me gusta de soja es el Ades. Lindo relato. Besos!!!

María Abraxas dijo...

No me jodan!! las milanesas de soja no son milanesas!!!! Ese nombre sólo se le atribuye a las milanesas de carne o pollo y fritas, no al horno. Lo único que me gusta de soja es el Ades. Lindo relato. Besos!!!

Bruno Cirnigliaro dijo...

y pensar que alguien la calificó de "yuyo"...