Últimamente casi no veo mi sombra. Será que ando entre sombras todo el tiempo. Será que el sol se agacha cada vez que salgo a la calle, por la mañana, para ir a trabajar. Será que no escucha las súplicas de mi rostro insulso. Será que los edificios lo tuercen allá arriba, para que no se me arrime. Será que el ruido del estrepitoso tránsito lo asusta. Será que la maraña de pies apurados lo intimida. Será que las ventanas se esfuerzan por empañarse cuando ya estoy adentro. Será que el murmullo de las computadoras lo ennegrecen. Será que a las 7 de la tarde, cuando salgo del trabajo, ya se cansó de esperar…
6 comentarios:
El sol es un caprichoso...
Quizás no te encontrás mi querida Lore, pero estás ahí. Buscate, aún en esos días nublados y de pésimos humores, la sombra, una parte de lo que somos, no nos deja.
Besos corazón. Tenemos que repetir la visita.
me gustó!
Tal vez tu sobra quiere que la busques un poco. O tal vez, por no encontrarla, la buscás con tus letras. ¿Se habrá escondido en el teclado? ¿En tus sueños? ¿en tus escritos? Seguí buscándola, que, en esa búsqueda, escribís muy lindo...
Lindo como siempre. pero Tu sombra está...es que es invierno!!!... Me vas a tener que ir a visitar a la Plata más seguido.
Siempre la sombra quiere diluirse..hay que hacerle creer que puede hacerlo, para que se confunda y vuelva solita con tu sonrisa... Besote! Adri.
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