Miel en los ojos, en la cintura, en los latidos, en los quehaceres. Limón en el cuello, en las palabras, en los pliegues cansados del rostro, en la osadía de su andar. Hierve, espontánea, como el zumbido del agua recalcitrante y efímera. Cabellos desordenados como las hebras de un conjuro de especias. Encantadora mezcla. Provocativa mezcolanza. Disparate otoñal. Miel y limón, para un té de hierbas en ebullición.
4 comentarios:
Qué bonita descripción Lore!.
Excelente descripción para una infusión :P
Lo bien que me vendría uno de ésos para mi garganta maltrecha y mi resfrío malcurado de hace días.
Me gustó mucho!
Quiero dos!
Está tan lindo esto que escribiste que me dan ganas de más y hacerlo canción.
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