lunes, 29 de diciembre de 2008
Me fui
sábado, 27 de diciembre de 2008
Familia doble faz
El problema con ese tipo de familia es que existe, y en abundancia. Pero existen también muchísimos otros tipos de familias que no salen en las publicidades de desodorizantes de ambientes ni de jabón en polvo. Hay cantidad de madres que disfrutan de que sus hijos sean los que usan las medias más blancas. Y hay cantidad de madres a las que jamás se les pasó por la cabeza qué tan limpias deben estar las medias de sus hijos como para que ellas se sientan “verdaderas” madres.
Nota: Extracto de "El año nuevo y las diferencias", una columna de Sandra Russo publicada hoy en la contratapa de Página/12.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Morocha, ¿yo?
Dicen que soy morocha. Pero esa es una novedad para mí. Hasta que llegué a Buenos Aires nunca nadie me había dicho morocha. Y yo, que de niña era rubita y con rulos (juropordios), jamás pensé que para alguien yo pudiera ser morocha. Entiendo que tengo ojos oscuros y piel trigueña. Pero mi pelo es castaño. Y si quisiera, podría desparramarme mi mechón más rubio (sale de un lunar en la mitad de la cabeza) por toda la cabellera y hacer creer que tengo reflejos naturales. Ya sé que desde hace muchos, muchos años no soy más la nena rubita con rulos. ¿Pero de ahí a que me digan morocha? No señor. En todo caso, soy castaña, ¿no ve?
Ayer me volvieron a decir morocha y yo volví a defender mi castaño. Hoy retrucaron, y me regalaron el tema que cuelgo aquí. De pronto me gustó esto de ser morocha.
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Y ahora qué
viernes, 19 de diciembre de 2008
Terror
Nota: La foto, de AFP, es de enero de este año, y forma parte de una recopilación de imágenes impactantes de 2008. Para verlas a todas, aquí.
jueves, 18 de diciembre de 2008
No me jodan
Más allá del bien y el mal. ¿Qué querrá decir? Digo, cuando uno dice que se siente más allá del bien y el mal. ¿Es que está en el infinito? ¿Es que pasó a la estratosfera? ¿Es que está out del sistema? ¿O acaso el bien y el mal lo abarcan todo, incluso el más allá? Yo no sé hasta dónde llega el más allá. No sé, siquiera, si existe. Ni sé tampoco cuándo se está fuera del bien y el mal. Si es posible, o no (no voy a leer a Nietzsche para escribir este post, no insista). Pero por estos días me suena lindo, como con musiquita: “Estoy más allá del bien y el mal”. Es como decir “no tengo ganas, no me jodan”, ¿no?
miércoles, 17 de diciembre de 2008
De actor de reparto a “hombre del año”
lunes, 15 de diciembre de 2008
Cadena de puteadas
domingo, 14 de diciembre de 2008
Con mi vaso bien lleno
Nota: para mis amigos de Tucumán, ¡salú!
jueves, 11 de diciembre de 2008
Las más democráticas
- “El peronismo triunfará conmigo o sinmigo”. Herminio Iglesias, candidato a gobernador del PJ bonaerense (1983).
- “Con la democracia se come, se educa, se cura”. Raúl Alfonsín y su muletilla de campaña electoral (1983).
- “Quiero utilizar una frase que no me pertenece, que pertenece ya a todo el pueblo argentino: ¡Nunca más!”. Julio Strassera, al finalizar el alegato del juicio a las Juntas (1985).
- “A vos no te va tan mal, gordito”. Raúl Alfonsín a un manifestante de izquierda que lo estaba hostigando y decía tener hambre, en un acto público en Neuquén (1987).
- “Hoy podemos dar gracias a Dios: la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. ¡Felices Pascuas!”. Raúl Alfonsín, al final de la primera rebelión carapintada (1987).
- “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”. Juan Carlos Pugliese, ministro de Economía, intentando frenar una corrida bancaria (1989).
- “Síganme, que no los voy a defraudar”. Carlos Menem, campaña presidencial (1989).
- “No me atosiguéis”. Isabel Perón, cuando le preguntaron si iba a votar por Carlos Menem (1989).
- “Estamos mal, pero vamos bien”. Carlos Menem, al principio de la convertibilidad (1991).
- “En mil días vamos a poder tomar agua del Riachuelo”. María Julia Alsogaray (1993).
- “Estoy parado en un nido de víboras”. Gustavo Beliz, ministro del Interior de Menem, antes de renunciar (1993).
- “Atravesaremos la estratosfera y en dos horas estaremos en Japón”. Carlos Menem, anunciando futuros viajes espaciales, en la apertura del ciclo escolar en Salta (1996).
- “En este país tenemos que dejar de robar por dos años”. Luis Barrionuevo (1996).
- “Hay que meterle bala a los delincuentes”. Carlos Ruckauf durante la campaña para la gobernación (1999).
- “Menem lo hizo”. Spot publicitario de Menem en el último año de su gobierno (1999).
- “Dicen que soy aburrido”. Campaña publicitaria de Fernando de la Rúa (1999).
- “Para los senadores, tengo la Banelco”. Alberto Flamarique, ex ministro de Trabajo, según Hugo Moyano (2000).
- “Que se vayan todos”. Grito popular en los cacerolazos (2001).
- “Vamos a tomar el toro por las astas. En primer lugar, anuncio que el Estado argentino suspenderá el pago de la deuda externa”. Adolfo Rodríguez Saá, en su discurso de asunción (2001).
- “No me eligieron por mi prontuario sino por mi inteligencia”. Carlos Grosso, al explicar su fugaz reaparición como asesor de Rodríguez Saá (2001).
- “El que depositó dólares, recibirá dólares”. Eduardo Duhalde (enero de 2002).
- “La Argentina es un país condenado al éxito”. Eduardo Duhalde. (2002)
- “Ayúdenme a salir del infierno, solo no puedo”. Néstor Kirchner, poco después de asumir (2003).
- “General, proceda”. Néstor Kirchner, al ordenarle al jefe del Ejército que descolgara el cuadro de Videla en el Colegio Militar (2004).
- “Cuando a alguien le ponen escollos para gobernar, no es libreto peronista es más bien un guión de Francis Ford Coppola, es El Padrino”. Cristina Kirchner lanza su campaña a senadora bonaerense con una dura alusión a Duhalde (2005).
- “El próximo presidente será pingüino o pingüina‘”. Néstor Kirchner, al blanquear el plan de sucesión matrimonial (2007).
- “¡Traigan al prófugo!”. Néstor Kirchner, al reclamarla extradición de Antonini Wilson, por el caso de la valija (2007).
- “Son los piquetes de la abundancia”. Cristina Kirchner, al cuestionar los cortes de ruta de los productores rurales (2008).
- “La soja es casi un yuyo que crece sin cuidados”. Cristina Kirchner, al explicar su plan de retenciones (2008).
- “Odio a la oligarquía, odio a los ricos, odio a los blancos”. Luis D’Elía, en pleno conflicto con el campo (2008)
- “Mi voto no es positivo”. Julio Cobos, al rechazar en el Senado la ley de retenciones móviles (2008).
* Eduardo Duhalde, al enviar un proyecto para instrumentar el canje de la plata del corralito, en abril de 2002 (Yo me acordé de esta, ¿ustedes?).
miércoles, 10 de diciembre de 2008
domingo, 7 de diciembre de 2008
Qué lindo, mi San Telmo
jueves, 4 de diciembre de 2008
Ulises, el huevón
martes, 2 de diciembre de 2008
La rutina de no olvidar
lunes, 1 de diciembre de 2008
Gauchito PRO
El otro día fui a una peña en un comedor comunitario. Este gauchito era el anfitrión. “Mentir”, “reprimir”, “imperialista”, “exclusión social”, rezaba en su remera PRO-amarillorefuerte. Tuve ganas de dejarle un par de ofrendas: carpa de docentes molida a golpes, cartoneros con los que no juegan limpio, marginalidad en la villa 31, centros culturales barriales cerrados... En fin, la lista de "vecinos" que Macri olvida, digamos.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Posta Data
Así comienza la editorial del primer número de Posta Data, una nueva revista independiente que llegó a mis manos casi de casualidad, gracias a Natalia Ginszparg, una compañera del trabajo que se encargó de diseñar su blog. Una interesante carta de presentación para una publicación cultural que dice que salió porque “en esta Buenos Aires queda mucho por hablar, por escribir y por soñar”.
Ya está en la calle, cuesta tres pesos. Sus puntos de venta, aquí.
martes, 25 de noviembre de 2008
La bomba de tiempo
El video que adjunto dura 2.37 minutos. Es una muestra, en vivo, de lo que hace este grupo-escuela de percusionistas, que convierte la improvisación en composición en tiempo real (?). Dejálo pasar. Después, si querés, te das una vuelta por el Konex, donde tocan todos los lunes. Cuando menos te des cuenta estás en 2009. Pero lindo, ¿eh? Te juro.
sábado, 22 de noviembre de 2008
¡Qué vergüenza!
Una vez más, Tucumán es noticia de la vergüenza. La misma que siento cada vez que me preguntan cómo puede ser posible que un represor como Antonio Bussi haya sido gobernador electo. La misma que siento cada vez que escucho a tucumanos decir que con Bussi y el Malevo Ferreyra, al menos, había más orden en la provincia. Dejo, aquí, extractos de "Un clásico de la mano dura", una columna del periodista Luis Bruschtein, a propósito del suicidio vergonzoso y televisado de este cobarde que ocupa hoy las tapas de todos los diarios (de pronto no puedo dejar de recordar el llanto mentiroso e indigno del general).
"El Malevo había hecho escuela durante la dictadura. Había aprendido junto a Bussi que quien tiene el poder, tiene todo. Había visto cómo se despersonalizaba a los prisioneros, cómo se los torturaba y cómo se los asesinaba. El que tiene el poder es más que las personas comunes. Es el ángulo primitivo sobre el que se basa la mano dura, el espíritu glorioso de los linchamientos.
Para algunos tucumanos, el Malevo era el héroe de la lucha contra la inseguridad. Un paladín de la ley, como dijo Bussi. La brutalidad como símbolo del orden y el progreso. Un hombre violento y descontrolado empujando el progreso. Una imagen que se propone todos los días en todo el país. El progreso de la mano de la brutalidad. También era la idea básica de la dictadura, de todas las dictaduras. No es tan casual que en este caso se entrelacen en la misma figura."
¡Qué vergüenza!
jueves, 20 de noviembre de 2008
A rodar mi vida
Voy a rodar, no sólo porque la estructura de la muestra toma la rueda como eje, sino porque seré un eje para bailar Huayra Muyoj (remolino de viento). Es decir, intentaré ser un remolino. Fácil, ¿no? Acá les dejo la hermosísima versión de Huayra Muyoj de Néstor Garnica. La que voy a bailar el sábado.
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Nota: Después de la muestra nos quedamos a bailar en la Peña del Sol, que se hará ahí nomás, a continuación. La entrada, que ese día costará $23, incluye peña, claro.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Por los miles de Brian
Mi nombre es Florencia Arietto, y soy una de las abogadas de Brian, el chico de 16 años QUE LA POLICIA ELIGIO PARA SER EL ASESINO DEL INGENIERO.
Más allá de que a pesar que el juez Ribeiro procesó a Brian, cosa que hemos visto por los medios pero que aún NO HEMOS SIDO NOTIFICADOS POR EL JUZGADO, no hay pruebas en la causa.
La campaña mediática del poder es grande, pero la VERDAD ES HIJA DEL TIEMPO NO DE LA AUTORIDAD COMO DECIA KANT.
Es por eso que pedimos ayuda. Sé por amigos que me lo han dicho, que han tildado de SUBVERSIVOS a los periodistas que nos dieron un espacio para contar nuestra verdad.
Se comenta que hay una decisión política de mano dura velada, y no importa quién cae, nadie firmará la libertad de Brian aunque la causa se caiga toda. Y en esta batalla, que estamos perdiendo ante el estado policial, y pese que tengo 30 años y no he vivido la etapa de la dictadura en carne propia, me siento como los desaparecidos que, cuando pedían ayuda, les decían ALGO HABRÁS HECHO. Brian es villero, y por serlo ALGO HABRÁ HECHO PARA ESTAR PRESO.
Necesitaban un asesino, al voleo y sin pruebas pidieron su detención, de hecho un testigo de "identidad" reservada tiró el nombre de él y un alias "el negro", que no es este Brian detenido, y un domicilio, que resultó no ser el domicilio de la casa de Brian, sino de Jonathan el otro detenido. O sea buscaban a un Jonathan con nombre Brian, pidieron la captura de Brian sólo por un testigo que tiró un nombre como tiró muchos más, y cuando vieron que eran del mismo barrio junto con Jonathan, se llevaron a los dos.
La causa cerraba, pero salieron los maestros (que linda palabra) a defender a BRIAN... el pibe que jugaba de 10 en la canchita del Güemes Juniors de Ciudad Evita y quería ser como Riquelme, y porque así lo dispuso la policía se convertía en EL ASESINO.
Necesitamos que se difunda que están operando fuerte desde la fiscalía y la jefatura de policía para que esto no salga a la luz, necesitamos dar la pelea porque sino tendremos un estado policial encubierto y en vez de avanzar volveremos con otros matices a la época más oscura de nuestro país, porque como todos sabemos, EL MAL ABSOLUTO, toma distintas formas según lo necesite.
Ayudemos a Brian, no permitamos que lo conviertan en un chacal.
Por los miles de Brian.
"EL TERROR SE BASA EN LA INCOMUNICACIÓN, DIFUNDA ESTA INFORMACIÓN, VUELVA A SENTIR LA SATISFACCIÓN MORAL DE UN ACTO DE LIBERTAD". R. Walsh
Florencia Arietto
Nota: Sería importante difundir esta carta, tal como lo hizo mi colega JP y que varios otros blogs replicaron.
lunes, 17 de noviembre de 2008
La ilusión de Juan Martín
sábado, 15 de noviembre de 2008
Soborno emocional (¿de Scioli?)
Los pibes pobres de catorce años han sido bebés del segundo tipo. No es después de un asalto o de un crimen que esta sociedad debería pensar en ellos".
Nota: extracto columna de Sandra Russo, titulada “Catorce años”, en la contratapa de Página/12 de hoy.
jueves, 13 de noviembre de 2008
Vestidito blanco a lunares azules
Estaba hermosa. Sus maestros se lo decían. Sus compañeritos de grado, a los que miraba desde una o dos cabezas más arriba, no dejaban de contemplarla. Las personas en la iglesia mucho menos: el caricúlico cura, la mujer mojigata de anchos anteojos, el pelado con camisa a cuadros y rosario colgado al cuello… Todos la miraban. Ella lo sentía. Pero no porque estaba hermosa, sino por su desubicado y apresurado cuerpo de mujer, que hasta entonces se había encargado de tapar, para que nadie nadie nadie se diera cuenta.
De pronto, y como en cada acto escolar, el profesor le pidió que pasara a leer el discurso. Debía subir adonde estaba el cura que la miraba caricúlico, como si fuera uno de los escenarios a los que estaba acostumbrada a trepar de un solo y despreocupado salto. Tenía que hablar delante de toda esa gente con rosario en mano. Y eso, que antes hacía con total desparpajo, la aterraba, la paralizaba, la avergonzaba, por culpa del vestidito blanco que a esa altura odiaba con toda su alma. Por primera vez, se negó a leer el discurso.
Cuando terminó la misa, y en medio de la desesperación por salir rápido de ese plato volador que la atormentaba, la señora mojigata se le acercó, la miró de arriba abajo, y de un susurro terminó de refregarle ese cuerpo que ya no soportaba más: “No se puede venir así vestida a la casa de Dios”. Como si su pudor no le bastara. Como si sus ojitos de gruesas pestañas no mostraran que era una niña de séptimo grado. Como si el vestidito hubiese sido la manzana de un pecado que, encima, no había cometido.
Salió escondiendo los ojos mojados. Se subió al auto con sus papás, a pesar de que sus compañeritos iban todos caminando hasta la fiesta de egresados que tanto había organizado. Rogó que la llevaran a casa. Se puso unos enormes bermudas de corderoy rojo que le llegaban hasta las rodillas, una de las camisas a cuadros de su papá que tanto le gustaban, y los ya desgastados mocasines marrones. Corrió hasta el colegio que quedaba a la vuelta de su casa. Saltó el alambrado como cada tarde cuando iba a clases. Se reunió con sus compañeritos que ahora parecían de su misma altura. Bailó feliz toda la noche. Y se olvidó del vestidito blanco a lunares azules.
Hasta hoy, 17 años después, mientras piensa cómo le gustaría tener ese cuerpo para volver a usarlo.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Buscar para encontrar
“Teatroxlaidentidad es siempre búsqueda. Búsqueda de nietos, búsqueda expresiva y búsqueda de nosotros mismos. Búsqueda y, a veces, encuentro”.
El 8º encuentro de Teatroxlaidentidad que organiza Abuelas de Plaza de Mayo comienza mañana y dura hasta el 30, en el Teatro Nacional Cervantes. Tengo ganas de buscar y encontrar, para no olvidar. ¿Te prendés?
Nota: Las entradas son gratuitas y hay que retirarlas el mismo día de la función por el teatro. La programación, aquí.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Alejar el olvido
Anoche participé por primera vez de una celebración por el día de los muertos. La organizaron unos mexicanos amigos. Levantaron un altar artesanal, hecho por ellos mismos de flores rojas. Allí depositaron ofrendas para sus muertos: alcohol, cigarrillos, muñequitos y dibujos de simpáticas y felices calaveras. Tan felices como la noche de fiesta. Porque para la tradición mexicana es eso, una fiesta que comparten los vivos y los muertos. Los muertos tienen permiso ese día para visitar a sus seres queridos vivos y festejar el reencuentro. Una fiesta que, dicen, aleja el olvido.
Me llenó de color. Recordé. Bailé hasta esta mañana con la tía Juanita, con la abuela Yuliet y el abuelo Fermín. Miré fijo los ojos azules de mi tío Pepi que no llegué a conocer, pero al que muchas veces le hablé. Y entonces me pregunté, por primera vez, cómo será, qué será, después de la muerte.
Comparto con ustedes una canción que hizo mi amigo Luigi Maderuelo. Se llama Cómo, y plantea el mismo interrogante que hoy me hago yo. Una especie de fusión de sonidos, voces, guitarras eléctricas, tambores, contrabajo y samples. Y hasta incluye un pedacito de la letra de Subo, una hermosa copla del Chivo Valladares. Para alejar el olvido.
jueves, 30 de octubre de 2008
Mala palabra
Tanto tiraron de la cuerda que ahora lo ponen de DT en la Selección. Y en la Selección no se perdona. No se puede perder partidos, porque te tenés que ir, porque de pronto sos el peor DT de la historia, porque sos un fracasado. Y se discute. Se insulta. Se pelea. Y exceso, exceso, exceso. Entonces, pregunto: exceso con exceso, ¿funcionarán bien? Cuerda floja con cuerda floja, ¿se entenderán?
Yo creo que no. Yo creo que para justificarlo -como siempre- volverá a ser el Maradonapobretipo. Porque así somos. Le damos cuerda y después se la soltamos.
Perdón por el exceso. Perdón por usar su nombre en vano. Perdón por la mala palabra.
miércoles, 29 de octubre de 2008
lunes, 27 de octubre de 2008
Sub-realismo criollo
Chacarera
Los violines de la chacarera santiagueña suenan siempre un poco desafinados.
A propósito.
Para que la música suene bien en el volumen saturado de las radios de los camioneros, en las radios con poca pila de los ranchos del monte, en los bailes de clubes cancha de basquet-tinglado de zinc.
Para darle una textura acorde al calor salvaje de las siestas, a los manteles pegoteados de los bares de ruta vino tinto-ginebra-caña Legui.
A los zapatos viejos, ajados y relustrados de las maestras que ganan dos pesos y esperan el colectivo en la puerta de esos mismos bares.
A sus medias de nylon-hebillas-pulseras que hacen juego.
Suenan un poco desafinados por que sí.
Para convocar a las iguanas y a los duendes.
Porque las cuerdas son baratas.
Por no saber tocar mejor.
Por tener vagancia de afinar si total para que.
Para que la música se impregne del resentimiento y el orgullo que conviven en el mestizaje.
Para acompañar a los borrachos que cantan a destiempo.
Para ser coherentes con el desaliño de la periferia.
Para mostrar la hilacha.
Para matizar con un poco de humor tantas ausencias y tanto dolor.
Nota: Al texto lo encontré de casualidad ojeando uno de los libros del fotógrafo Marcos López, Pop Latino. El relato es suyo y me impactó no sólo porque tiene mucho de mis orígenes, sino que lo encontré mezclado entre fotos y obras de arte pop como la que colgué en este post. Su obra, dice él mismo, es "Sub-realismo criollo". Y me pareció un lindo título para un post.
miércoles, 22 de octubre de 2008
La terraza
Hace dos días fui por primera vez. Después de casi dos años, me animé. Vencí los julepes y prejuicios. Me quité el molde y tomé fuerzas. Respiré hondo y me acerqué. Por fin, la conocí. Pero como no me alcanzó, en su regazo me quedé. Observé su contorno. Me quedé colgada de sus cobijas. Curioseé desde cada uno de sus rincones. Y ocurrió lo que temía: me gustó.
Sin embargo, no es muy distinta de lo que me imaginaba. No es linda. No tiene simpatía ni comodidades para recibir a nadie. Es muy superficial. No inspira seguridad. Y encima, emana un vapor denso. Pero me gustó.
Me gustó por sus distintas visiones del mundo que la rodea. Por su encantadora mirada casi patriarcal sobre todo lo que (sabe) está por debajo suyo: desde los diminutos autos cuyo ruido insoportable no alcanza a molestarla 13 pisos arriba, hasta el implacable Río de la Plata que todavía se deja ver, entre las cada vez más numerosas torres que invaden un paquetísimo Puerto Madero. Desde la autopista 25 de Mayo y su ronroneante smog de las 6 de la tarde, hasta la callecita de adoquines que contornea su inmensidad. Desde los pequeños balcones vecinos, abarrotados de plantas, plantines, broches, jabón y ropa colgada de sogas, muchas sogas; hasta la inmensa casona abandonada que choca con su espalda, cargada de árboles tan secos como ella.
A pesar del cemento. Del reducido espacio repleto de baldosas calientes por un sol que pela. A pesar de los caños gruesos que van y vienen y casi impiden caminar. Del denso cablerío, antenas parabólicas y demás. Aunque falten el verde, los pájaros y el sonido del viento crudo. A pesar del escalofrío que me electrizaba la piel cada vez que miraba hacia abajo. Ahí me quedé. En la pequeña pero impactante terraza, a la que nunca antes me había animado subir.
Me gustó. La disfruté. Y me dieron ganas de volver.
lunes, 20 de octubre de 2008
Francotirador
sábado, 18 de octubre de 2008
Invisible a los ojos
Va, viene. Sube, baja. Copia, crea. Aparece, se va. Ríe, llora. Muestra, pero esconde. Ama, mientras odia y engaña. Divierte, me aburre. Juega, duerme. Trepa, se desliza. Susurra, grita. Come, ayuna. Hace, queda inmóvil. Toca, mira de lejos. Aplaude, abofetea. Destella, opaca. Mira, ignora. Gira, dobla, vuelve atrás, sigue derecho. Vuela, nada. Porque, en definitiva, nada por aquí, nada por allá. Y yo: claro que sí, cómo no. Total, es invisible a los ojos.
viernes, 17 de octubre de 2008
Nostalgia de provincianitos
Mi hermano me decía algo así como que, con mi reacción, yo había actuado en consecuencia con esa violencia. Y yo le retrucaba que no, que el hecho de que esa violencia exista no significaba que yo tenía que quedarme en el molde y dejar que ese pobre hombre, cansado, violentado por la gente, sofocado por el tránsito, las bocinas y demás, me insultara gratuitamente sólo porque su vida era una mierda.
Después de discutir violentamente con mi hermano (siempre discuto así con él, hasta por la boludés más grande, es mi hermano), de burlarme de sus palabras y reírme en su cara (como cuando éramos chicos, porque sé que lo enoja), hicimos las pases (como siempre también, a los minutos ya somos amigos). Y me regaló un poema, que encontró por ahí. Tiene un tono nostálgico, arrabalero, bien de tango. Por eso, dice mi hermano, viene al caso. Porque “nosotros los provincianitos debemos tener una nostalgia bien parecida al tango”.
Impiedad
Se apelmaza en el tren, el bondi, el subte,
porque, día tras día, va a yugar.
Se calza el celular y la corbata
el walkman… y a engrupir su soledad.
Hay que aplastar al otro pa´ salvarse;
primero yo, gilito. Y nada más.
Todo el cemento cabe en su tristeza,
lágrima de concreto es la ciudad.
No están las parras
ni las guitarras,
las casas bajas
también se van.
Ya se perdieron
las serenatas,
la noche grata
se quedó atrás.
Cuando el tranvía
se tomó el piro
la mano amiga
no existió más.
Gambetea semáforos, bocinas,
esmog, neurosis y en su horizontal
convoy moderno donde sólo muere
apoliya su pena… ¡Y a soñar!
Sueña que es triunfador; no, poligriyo.
Busca la salvación: escolasear,
más sigue hastío, celular, corbata,
pena, walkman, rutina… su yirar.
Juan Carlos Giusti
lunes, 13 de octubre de 2008
Sillón engualichado
Era el sillón casamentero de la familia. Ahí se sentaron mis bisabuelos maternos antes de casarse. Allí fue donde mi abuelo le robó el primer beso a mi abuela. Y las hermanas de mi abuela engancharon a sus novios y futuros maridos. En ese sillón, además, mi mamá lo apuró a mi papá para casarse. Era algo así como el amigo cómplice de las mujeres de la familia, el confidente. Era el que las ayudaba a no quedarse solteras.
Ahora entiendo. O no, mucho no entiendo. “No vayas al living”, me advertía mi mamá, medio en broma, medio en serio, cuando me visitaba mi primer noviecito de adolescente. No quería que me sentara en el sillón, supongo. Pero no se dio cuenta que no tenía que decir nada. Porque entonces yo más quería ir al sillón con ese novio. Y con el siguiente también. Así lo hice: con uno, dos, tres… bueno, unos cuantos noviecitos. Hasta que me fui de casa. Por eso se rompió la racha del sillón. O alguien lo engualichó. No sé. El tema es que dejó de servir, aunque sus amplios respaldos y almohadones seguían intactos (y cómodos), a pesar de los años. Por algo el mes pasado mi mamá decidió venderlo, ¿no?
sábado, 11 de octubre de 2008
Contradictorias, pero hermosas
"Volver, Volver", Chavela Vargas.
"El último trago", Chavela Vargas.
miércoles, 8 de octubre de 2008
Qué horror
Son nada más y nada menos que 6300 adolescentes los que están en el sistema penal. Es decir que, ya sea por estar sospechados o imputados de cometer delitos, están cumpliendo alguna pena ordenada por un juez. Uno de cada cuatro de ellos cumple su pena en institutos con regímenes cerrados, a pesar de que la Convención Internacional de los Derechos del Niño, con rango constitucional, establece que la privación de la libertad debe ser el último recurso, y sólo debe aplicarse en casos extremos. Sesenta y siete de los detenidos llevan presos más de dos años. El 40 % está encerrado por delitos leves. Qué horror.
Nota: información y foto extraídas de acá.
lunes, 6 de octubre de 2008
Pánico escénico
Gracias a mi amigo Chavi por la invitación. Estuve nerviosa, pero lo logré. Ahora tengo menos de ese pánico con nombre moderno.
jueves, 2 de octubre de 2008
Humo
Es así, como una cortina de humo que te envuelve, te lleva, te engaña, te hace creer… Nunca terminás de saber cuál es la verdadera verdad. Hasta que se hace humo, supongo. Y te olvidás.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Llanto sin remedio
“… ya no lloraba, pero sus ojos nunca más volverán a estar secos, que ése es el llanto que no tiene remedio, aquel fuego continuo que quema las lágrimas antes de que ellas puedan brotar y rodar por las mejillas”.
Nota: del libro El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago.
sábado, 27 de septiembre de 2008
Infidelidad pactada
Se trata de un nuevo código que utilizan los infieles en su táctica para conseguir relaciones casuales, que empezó a utilizarse en Estados Unidos, pero de a poco fue difundiéndose en Latinoamérica. Los códigos son tan pactados como las mismísimas infidelidades, una tendencia que crece cada vez más en las parejas.
¿Infidelidad pactada? Sí, pactada: la pareja acuerda que ambos tienen permitido uno que otro desliz amoroso. Y desde allí, dicen, sostienen su relación de amor, pero de libertad al mismo tiempo. A veces el acuerdo es directo y hasta charlado. Otras se mantienen en silencio, pero tanto uno como el otro sabe y acepta las reglas del juego.
Nota: ¿No es genial? La nota completa, aquí.
lunes, 22 de septiembre de 2008
Hoy soy de San Martín
Sin embargo, debo confesar, a veces la cancha me da curiosidad. Me da curiosidad vivir tan en vivo y en directo esa pasión que genera en la gente. Ese delirio. Los cantitos guarangos, con ida y vuelta. Las camisetas chivadas y amontonadas en las tribunas, unidas por un incomprensible fanatismo exacerbado que lleva los mismos colores. Sobre todo ahora, que un equipo tucumano está en el ojo de la tormenta.
Entonces le empiezo a prestar más atención a la cosa. Y cuando me preguntan si soy de San Martín, digo que sí, orgullosa. Claro que antes un amigo me tiene que haber contado que golearon a River, sino me quedo en el molde, por las dudas. Algunos dicen que lo mío es cualquiera. Que cómo es eso de que ahora soy de San Martín y toda la bola. Pero yo digo que sí, que soy de San Martín ahora que es noticia. Y qué.
Que soy de San Martín porque es de Tucumán igual que yo. Porque me crié en su complejo deportivo, que quedaba a unas 10 cuadras de mi casa. Porque me chupé todas las colonias de vacaciones en ese lugar. Porque fue ahí que me quebré un hueso cuando me caí del pasamanos. Porque todavía tengo la marca en la tibia izquierda de esa quebradura, que me dejó tres meses toda la pierna enyesada y postrada en una silla de ruedas. ¿Saben lo que eso significa a los 7 años? ¿Saben lo que es rascarse con una aguja de tejer durante tres meses la piel pelada (de piel) y peluda (de pelos)? ¿Saben lo que es bañarse con una bolsa de consorcio atada a la pata, apoyada a su vez en una silla afuera de la bañadera, haciendo malabares con una sola pierna en medio de la ducha?
Pero además, en el complejo San martín tuve mi primer campamento. En su pileta aprendí a nadar. También allí pesqué mis primeras mojarritas con un vaso de plástico. En sus quinchos festejé mis primeros cumpleaños. Fue ahí donde conocí al primer chico que me gustó. En ese lugar presumí por primera vez. Ahí mismo fui a mis primeras fiestas de adolescente, las más famosas del Carnaval tucumano. Y así, puedo seguir horas enumerando.
No sé que va a pasar la semana próxima ni me importa. No sé si los Santos se la van a bancar mucho tiempo en la A. Tampoco quiero imaginar qué pasaría si la mafia tucumana dejara de ser la dirigencia del club. Ni siquiera tengo idea de quiénes son los jugadores, ni quien es el DT, ni nada. Pero hoy, señores, soy hincha de San Martín. Y qué.
domingo, 21 de septiembre de 2008
Tango feminista
Soy esa mina que patea la ciudad
Siglo XXI me tragué la evolución
Yo quise ser independiente,
Compadrita equivalente
Y aquí estoy sola con mi canto y con mi voz
Soy esa mina guapa para laburar
Soy esa mina para todos ideal
Lloran los chicos llama el jefe
Voy al súper, lleno el chango
Y a la noche me disfrazo en baby doll
Y cuando al fin yo quiero disfrutar
De tus caricias y de tu calor
Me contestás hoy no querida, no doy más
Prende el televisor
Y en la almohada aparece el otro,
que en el oído me chamuya diosa
Y yo que tengo muchas ganas de creerle
duermo a tu lado soñando mañana verle
Voy hacia él radiante en esperanza
que dura menos que una lágrima en secar
Soy esa mina….
Soy esa mina que patea la ciudad
Siglo XXI me tragué la evolución
Del internet voy al cajero
Con maletín al verdulero
Y en el almuerzo llevo un hijo al doctor
Soy esa mina guapa para laburar
Soy esa mina para todos ideal
Voy al aerobic en el bondi
Voy al súper, lleno el chango
Y ni siquiera desconecto el celular
Y cuando quiero un hombre pa’ charlar
que me proteja y me ame de verdad
estoy tan sola que dan ganas de llorar
Voy a parar al diván
Ay Freud tirame alguna solución
que de consuelo a esta desazón
para este mundo cambalache y quilombero
yo solo busco uno que me diga quiero
Y yo maleva que podía todo
Ay siglo XX donde estás te voy a buscar
La letra (con su música) pertenecen a mi tía Adriana, música y actriz. La canción se llama “Esa mina”, pero me gusta el apodo que le puso mi amigo el Zorro, que en toda guitarreada le pide: “Adriana, tocate el tango feminista”. Es, además, uno de los temas que toca y canta junto a unos amigos y compañeros de teatro, en una banda que formaron este año y a la que llamaron “Es lo que hay”. Mezcla de rock, pop, canciones propias y actuación. Un show muy divertido y recomendable. Hoy y el domingo próximo, a las 19, en el Teatro Korinthio, Junín 380.
sábado, 20 de septiembre de 2008
jueves, 18 de septiembre de 2008
Sueños
Sueño 1 (Tengo 14 años. Es Navidad y acaba de morir mi abuela paterna. La mató la complicación de una operación que se suponía insignificante. Yo no había ido a visitarla al Sanatorio, así que la culpa me deja mal. Tan mal que ni siquiera puedo dormir sola. Termino mudándome con mi colchón al cuarto de mis hermanos):
Entro a una habitación pequeña, muy luminosa, pero sin ventanas ni aberturas. No hay nada más que un trencito de juguete, a pilas, que da vueltas y vueltas sobre una mesa chiquita. Lo observo desde la puerta. Fijo mi vista en el maquinista: un muñequito que sonríe, parecido a los Pin&Pon. El maquinista gira el cuello. Me mira fijo, siempre sonriendo. Descubro con horror que en realidad es mi abuela. Le pido disculpas, una y otra vez. De pronto, sin borrar su sonrisa, levanta una mano y me hace fuck you.
Sueño 2 (Tengo 16 años, un trauma con mi cuerpo y algunos kilos de más):
Voy a una clínica para adelgazar y el médico me receta una pócima que debo tomar en dos partes, a la tarde y a la noche. El resultado es mágico: voy a convertirme en hombre lobo, saldré a comer gente y al día siguiente seré humana otra vez, pero flaca. Tomo la primera mitad y me arrepiento. Contra reloj, vuelvo desesperada a la clínica para deshacer el efecto de la pócima. El médico ya no está. En cambio, dos amigas de mi infancia (que hoy son médicas), atienden en el mostrador: Abi no tiene idea de cómo ayudarme; Ana (una mina muyyy colgada en la vida real) me receta veneno para ratas. Me doy cuenta que no hay solución, que ya es tarde para arrepentimientos. Decido terminar la pócima, pero encadenada a un poste de luz. Sale la luna. Me transformo. Violento el candado. Vuelo. Salgo en búsqueda de mis presas. Me despierto.
Sueño 3 (Días después del sueño 2. Odio a mi viejo porque no me deja ir a bailar a boliches, ni quedarme a dormir en la casa de amigas, y siempre me va a buscar temprano de las fiestas):
Una noche mientras todos duermen descubro una habitación oculta en mi casa. Entro en penumbras, asustada. Hay un escritorio que, presiento, es de mi papá. Silenciosamente me pongo a revisar carpetas y papeles. Entonces descubro un secreto que esconde mi viejo: es un hombre lobo. Miro por la ventana. Es noche de luna llena. Se me eriza la piel.
Sueño 4 (Hace dos años más o menos. Vivo en Buenos Aires, en la casa de mis abuelos maternos, y no veo las horas de mudarme sola):
La muerte me persigue, pero yo no la veo. Y aunque no la veo sé que vuela alrededor mío y que tengo que evitar que se apoye en mi cabeza porque entonces, sí, estoy muerta. No la veo, pero el resto de la gente sí la ve. Y para evitar ponerme triste, no quieren decirme. Pero yo me doy cuenta. Le pregunto a mi abuela, que también se hace la boluda. Me enojo, le grito, le digo que me ayude y que me señale dónde está la muerte así la esquivo. Mi abuela pasa a ser mi sombra.
Sueño 5 (Hace un año más o menos. Vivo en Buenos Aires, sola, en un monoambiente al que acabo de mudarme. Le tengo fobia a las cucarachas. No puedo ni matarlas. Toda la vida mis viejos acudieron a mi ayuda cada vez que yo pegaba el grito. Hace poco entró una enorrrrrrrrme volando por la ventana de mi departamento del 10º piso. No supe qué hacer. Desde dos metros de distancia le tiré todo el aerosol de veneno, me fui de casa y no volví hasta el día siguiente):
La muerte me persigue otra vez. Es un murciélago primero, al que puedo esquivar. Pero rápidamente se transforma en una gigantesca cucaracha. Corro por todo el departamento a los gritos, pero la hija de puta corre más rápido. Me subo a la cama. Ella también sube. Me alcanza, me alcanza, me alcanza... Entra mi mamá. Con cara de “bah, mirá por lo que gritás” agarra la cucaracha con la mano y la tira al inodoro.
martes, 16 de septiembre de 2008
Habitación 212
domingo, 14 de septiembre de 2008
Abrazos gratis
Casi por inercia, de cuando en cuando me detenía en el afuera. “No deje de visitar el rincón de las locas”, decía un cartel sobre Defensa casi Estados Unidos. Y hacia las locas fui. Pero en vez de locas había remeras, tejidos, colgantes y afiches que prohibían sacar fotos.
“Café rico, 100% colombiano”, prometía otro cartel, de cartón con letras rojas, que llevaba un joven colombiano, a la vez que colgaba una bandeja grande con termos y vasitos de plástico. “Mama Pacha, desde lo más profundo de la tierra”, decía otro en un puesto de artesanos que vendían todo tipo de colgantes, pulseras y aros de semillas. De fondo, los edificios y la avenida Belgrano.
“Libertad a los 23 presos inquilinos”, reclamaba uno bien grande, en Defensa y pasaje San Lorenzo. El puestito, de la Asamblea de San Telmo, vendía libros de piqueteros, CD con música en homenaje al Che y remeras y postales con insignias revolucionarias. “Cómo sería vivir sin música”, preguntaba uno en medio de un dúo que cantaba folclore con micrófonos y todo sobre la calle de adoquines devenida en peatonal. Al costado, una caja llena de billetes y monedas en pesos, dólares y euros.
De pronto veo a un joven abrazando animadamente a una señora. “¿De dónde es?”, le preguntó. “De Perú”, escuché responder, aunque bien bajito. “¡Bienvenida!”, replicó el joven abrazándola nuevamente. A su lado, una chica hacía lo mismo con un hombre mientras agarraba, también, un cartel: “Abrazos gratis”. Los dos, parados en medio de la calle-peatonal, levantaban los brazos y ofrecían su cuota de servicio, con una sonrisa. Y gratis. No lo dudé. Era lo que necesitaba en la soledad preocupada de un domingo a la tarde: un cachito de cariño.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Subo
A llorar a solas, lejos
A ver si se apuna el dolor
Subo, subo
Los ranchos quedaron atrás
Las nubes muy cerca
Están ya
A ver si se apuna el dolor
Subo, subo
La quena muy triste toco
Y me habla llorando de vos
A ver si se apuna el dolor
Subo, subo
Nota: Una de las vidalas más lindas (y tristes) del "Chivo" Valladares, un increíble compositor, poeta y músico folclórico tucumano, que murió ayer, a sus 90 años. Subo.
viernes, 12 de septiembre de 2008
Ojalá
Ojalá que ese “Señor” no se acuerde nunca de mí.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Niña muerta
Una historia de terror. De tanto terror como la edad misma de la reciente madre, de 14 años; de tanto terror como la soledad que la aquejó cuando los dolores comenzaron en su casa de Villa Arguello, en La Plata. Dolores de parto. Dolores de llanto. Dolores de no entender. Dolores de no ser, de no existir, de no vivir.
Ahora, dice DyN, tomó intervención la Justicia: un fiscal de la UFI 2 de La Plata que instruyó actuaciones por “averiguación de causales de muerte”. Como si esas causales de muerte no estuvieran claras: una niña sin derechos, excluida, embarazada, parturienta, olvidada, abandonada, y tan o más muerta que su beba.
Nota: Mientras tanto, en Mendoza, personajes que dicen ser Pro-Vida se meten en la habitación del hospital de una niña, de 12 años, violada y embarazada, para convencerla de que no aborte, de que no acabe con una vida. Como si su vida no estuviera en juego. El debate, aquí y aquí.
lunes, 8 de septiembre de 2008
Nada más para decir
jueves, 4 de septiembre de 2008
No se qué, pero me gusta
La primera vez que me pasó en Buenos Aires fue mientras hacía la combinación del subte D al B. En medio del incesante hormigueo se me acercó un hombre, de unos 30 o un poco más. Tez blanca, flequillo lacio peinado al costado y cara de “soy pícaro pero vos no te vas a dar cuenta”. “Hola”, me dijo. Lo miré, no lo reconocí, supuse que no era para mí y volví a lo mío. Repitió el saludo. Lo miré otra vez, con cara de asombro, sin mediar palabra me señalé a modo de pregunta: “¿Me hablás a mí?”. Y aprovechó: “¿Cómo te va?”. Le contesté que bien, pero que me parecía que estaba confundido. “No, no, ¿sos muy linda sabías? ¿Cómo te llamás?”. Entonces entendí.
Primero me dio gracia. Sonreí, le agradecí el cumplido y seguí caminando. Insistió: me siguió por los pasillos del subte, las escaleras, el amontonamiento y demás. Entonces me asusté. Caminé más rápido. Y volvió a insistir una y otra vez: “Tu teléfono, tu nombre, ¿no me decís?”. Hasta que me puse roja de la ira y me frené: “Loco, no te voy a decir ni mi nombre ni mi teléfono ni nada. Estoy apurada”. Más allá de la extraña metodología del tipo, me embronqué porque sabía que me había cruzado en su camino justo cuando a él se le ocurrió probar suerte. Y peor aún, me lo hizo saber. Estaba tirando el anzuelo al azar para ver si alguien picaba. Y yo le había sonreído.
Hace poco hice una nota sobre escuelas de seducción, esas que te aseguran el éxito de la conquista y que ahora están de moda (en Buenos Aires hasta lo más insólito está de moda). Y resulta que una de ellas, pensada exclusivamente para hombres, enseña técnicas de “pesadeo”, para practicar adonde vayan. ¿La consigna? Al menos 20 intentos (insistentes) de levante por semana. Así nomás, al azar, estés donde estés, te crucés con quien te crucés. El ejercicio es para hombres tímidos –dicen- que no pueden, o no se animan, a encarar una mujer.
¿Y el levante? El de verdad, digo. El tímido, pero espontáneo. El langa, pero divertido. El versero, pero convincente. El simple, pero ingenioso. La “cosa rara”, pero que llama la atención. El “no se qué”, pero me gusta.
martes, 2 de septiembre de 2008
Pura coincidencia
Caricaturesco y divertido, pero con un desenlace que de repente pone la piel de gallina. Este corto experimental de Norman McLaren, llamado "Neighbours" (Vecinos), data de 1952, año en el que además ganó el Oscar por mejor animación. Una perfecta representación de la violencia y la guerra, mostrada de forma simple y hasta ridícula, pero no por eso menos perturbadora. Cualquier similitud con la realidad actual es pura coincidencia.
domingo, 31 de agosto de 2008
Mariposas
Despegan las mariposas
Desde un lugar de la naturaleza
El viento las acaricia
Su danza llega lentamente
Y pinta destellos en mi adentro
Líneas entonces han sido trazadas
Cierro los ojos
Y sonrío
Desde un lugar
Vuelan mariposas
Llegan por los vientos
Puede ser algo
Puede ser también
Que he abierto los ojos
De la percepción
De lo que vale sentir
Creo haber sentido mi presencia
Entonces baile
Entonces quise suceder
Por calles por mundos
Hablando lenguajes imposibles
Hasta entonces
Desde un lugar vuelan mariposas
Desde un lugar
Hablo la natura
Creo haber escuchado
Siento ahora
Camino y siento las rocas
Que me rodeaban
Caer y ser nubes
Estoy en el cielo de mi propio camino
Creo que encontré algo importante
Desde un lugar vuelan mariposas
Creo escuchando los gestos
En una parte de este campo
Creo, creo haberme encontrado
Y más allá de todo
Creo que también te encontré
Desde un lugar vuelan
Mariposas
Creo que te vi bailar
En medio de los campos
De los campos de mí.
Nota: La letra es de mi amigo Wayra, músico y compositor jujeño, de Tilcara. En su canto, en su música y en su poesía siempre está presente la Pachamama, la Madre Tierra. Agosto es el mes de la Pachamama, época de preparación de la siembra. Por eso comparto, antes que termine el mes, esta letra que en breve tendrá música, y con ella vendrá una nueva cosecha.
jueves, 28 de agosto de 2008
Llorar
Pero este llanto, ¿de qué es?
miércoles, 27 de agosto de 2008
Quero, quero, queroseeeeeeeeeénnnn
A las luces le siguen los ruidos insoportables de los motores, bocinazos y frenadas de la hora pico, allá abajo y al mismo tiempo en mi almohada, ahí nomás, donde apoyo la oreja. Y sin querer se cuela un recuerdo: el despertar en mi casa de Tucumán, bien de barrio, lejos de cualquier avenida, de cualquier bocinazo o frenada, donde los únicos ruidos válidos son los gritos de la vecina de enfrente cuando caga a pedos a su hijo.
Pero mi recuerdo de esa mañana no es del despertar habitual de mi casa en Tucumán. Mi recuerdo tiene que ver con uno más esporádico, pero no menos perturbador. Uno que desde que tengo uso de la memoria pasa cada meses, aún cuando uno ya se olvidó de su existencia: “Quero, quero, queroseeeeeeeeeénnnn", repite, a los gritos, una y otra vez. Hasta que se pierde a la vuelta de la esquina.
Es el querosenero que tanto odiaba los sábados, después de una noche agitada. Es el hombrecito que pasa en su carro, arriando a un caballo flaco, ofreciendo querosén en bidón. La última vez que fui a Tucumán, hace un mes y medio, me despertó de nuevo el muy cabrón. Pero esa vez sonreí, y disfruté que sea él quien me haya despertado.
Nota: ¿Será que alguien, todavía, le compra querosén?
lunes, 25 de agosto de 2008
El fantasma
Es un hombre menudo, de 71 años. Barba espesa, cabello largo gris (o blanco pero sucio, quizás), uñas largas, algunos dientes de menos y un mate amargo improvisado: vaso de telgopor (como los de café que venden algunos puestitos ambulantes), pajita blanca con rayitas rojas, y el agua caliente dentro de una botella de vidrio, envuelta en papel de diario y telas, cubiertas a su vez por una botella descartable cortada por la mitad. “Es para mantener la temperatura”, me explica, antes de comenzar con su catarata de palabras sin sentido.
Pero pasemos en limpio algunos detalles: el hombrecillo vive en las calles de San Telmo, es peronista y habla de Perón como un padre. “Pero un padre en serio, ¿eh? No como los padres modernos que no les dan bola a sus hijos”, aclara. Pero además, fue perseguido por los milicos en los años de plomo y asegura que no sabe cómo es que sigue vivo. “La vida es larga, la pucha que es larga…”, dice, como deseando no haber seguido vivo para contar más nada. “Total, ¿para qué? Si ya nadie me escucha”.
Cuando le dije que me tenía que ir, me hizo un gesto con la cabeza, como asintiendo, como comprendiendo el abandono. Y se quedó ahí como un fantasma, sentado, con su improvisado mate en la mano, mirando cómo la gente pasa por la Plaza Dorrego, un domingo a la tarde, sin siquiera mirarlo.
sábado, 23 de agosto de 2008
Secretos de un telo
Una vez, en Tucumán, entrevisté a una Madama. Irma, se llamaba. Irma Abraham. Le decían “la Turca”, era dueña de tres telos y vivía en el fondo de uno de ellos, en una pequeña habitación, de paredes corroídas. Eso sí, tenía una enorme cama de dos plazas y un baño sugestivo, impecable, con un jacuzzi más grande que el sucucho mismo donde se refugiaba.
También recorrerí ese telo que hacía de carta de presentación de su casa. Venía a ser algo así como su jardín de enfrente, como su zaguán, como el living para recibir a las visitas. Los pasillos internos, por donde sólo circulan los empleados, parecían una especie de laberinto de cuento, en el que cada sendero te lleva a descubrir incógnitas que, aunque silenciosas, están ahí, se respiran.
Hace dos días volví a recorrer un telo por dentro. Caminé por sus pasillos, espié cada una de sus habitaciones, toqué cada una de sus camas, me miré ante cada espejo desparramado por doquier. Es el ex telo "Pussy-Cats", un viejo edificio de tres plantas, ubicado en Palermo, que un grupo inmobiliario está a punto de demoler para construir una torre de 22 pisos. Y como quieren promocionar su emprendimiento, decidieron realizar una muestra de arte erótico en cada una de sus habitaciones.
Y ahí estaba yo, para hacer una nota de la muestra y ayudar a la inmobiliaria a promocionar la torre cool que vendrá, a costa de demoler esas intrigas, esos secretos. Tuve ganas de llorar.