miércoles, 30 de diciembre de 2009
Reticencia
Fragmento de La Tregua, de Mario Benedetti.
martes, 29 de diciembre de 2009
Puedo encontrar
Lo comparto, para que los encuentros de 2010 sean muchos más... y más sabrosos, también.
viernes, 25 de diciembre de 2009
La kora
Me enamoré de la kora. Y tuve ganas de compartir un poquitín de su encantadora armonía.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
Acerca de la lluvia
- Uf, y yo tengo que ir a trabajar.
- Qué lástima.
- A la noche capaz sigue lloviendo.
- Ojalá...
***
- ¿Llueve?
- Mmm, no.
- Pero acá llueve a cántaros.
- ...
- ...
- Estoy en la puerta.
***
- Dicen que va a llover.
- ¡Ay!
- Ya se largó.
- Ahí voy.
***
- Hace calor.
- Si abrís la ventana refresca.
- Pero llueve.
- Mejor, que nos llueva.
***
sábado, 19 de diciembre de 2009
Pies áridos
Pies áridos y deshidratados, tan áridos como la tierra marchita y resquebrajada. Qué linda la libertad de la piel rasgada. Y el bailar y bailar, con las plantas desnudas y ajetreadas.
Nota: La foto pertenece a Dan Kitwood de Getty Images, y retrata a un hombre parado en el desierto de Kalahari, en Sudáfrica. La imagen forma parte de una recopilación de las fotos más impactantes de este año, recopiladas por The Boston Globe. El año pasado yo elegí ésta. Para ver todas las de 2009, hacer click aquí.
martes, 15 de diciembre de 2009
Árbol
Le cocí cada una de sus vértebras. Derramé savia en sus venas. Susurré, canté y bailé en cada uno de sus brotes. Y ahí quedó, sublime, quieto y ventajoso.
El árbol crece, dicen, pero el mío se mantiene inmóvil. Los espejos rotos danzan esparcidos por la pared, el color de las piedras se ahogan cada noche en tierra blanca y maciza, mientras la lluvia riega sus pétalos, el sol derrapa en sus ramas, y la luz se estremece en sus tallos.
El árbol crece, dicen, pero el mío se mantiene inmóvil, expectante, a la espera del girar de mis llaves en la puerta de entrada.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Otra joyita de Macri
No hace falta olfatear tanto. A veces la evidencia queda tan obscena e impunemente expuesta que hasta da vergüenza ajena (al margen del miedo y la bronca). Aquí, sólo un extracto de una columna que escribió para La Nación un nuevo ministro de Macri, Abel Posse:
“Los Kirchner lograron demoler el básico esquema constitucional de orden público y de ejercicio de la fuerza exclusiva del Estado para cumplir con la misión esencial de reprimir (que, según la Real Academia, significa "contener, refrenar, templar o moderar".)
Entró, se filtró, o lograron infectar con un virus ideológico la garantía elemental de seguridad. Impusieron la visión trotskoleninista de demoler las instituciones militares y la policía, como vengándose de los años setenta, cuando una minoría se alzó contra el Estado para imponer una revolución socialguevarista, ajena y aislada ante la inmensa mayoría, empezando por el mismo Perón, los sindicatos y los partidos tradicionales. Sin embargo, con persistencia gramsciana, los guerrilleros que rodean a los K -aunque ya estaban generosamente indemnizados por sus derrotas de los 70- lograron afirmar la tarea de demoler a las Fuerzas Armadas, lograr que los policías se sientan más amenazados e inhibidos en la tarea represiva que los delincuentes en su agresión y que la Justicia se ausente en este momento de crisis, sin reaccionar con urgencia ante la criminalidad reincidente y concediendo excarcelaciones a una gran cantidad de menores, incluso en casos de asesinato o uso de armas.”
Este señor es nada más y nada menos que el nuevo Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, designado por Macri y a punto de asumir en su puesto. Este señor también habla en contra de “la recuperación del joven delincuente y la inclusión social”, porque eso no es más que “rehuir la batalla central” por medio de “armas y medios de acción inmediato”.
Vaya señor. Se me puso la piel de gallina.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Tregua
jueves, 3 de diciembre de 2009
Viernes de Rejunte
sábado, 21 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Me la creí
jueves, 5 de noviembre de 2009
Naturaleza muerta
sábado, 31 de octubre de 2009
Morir de amor
miércoles, 28 de octubre de 2009
Como la luciérnaga
- ¿Tú querrías ser así muchacho?
- ¿Así cómo?
- Como la luciérnaga es para la gente... Sin que nadie sepa cómo es, si se está apareciendo o desapareciendo sin que nadie adivine, ¿pero piensas que mientras tanto uno no vive?, vive, tiene historia y todo, como la luciérnaga.
Nota: extracto de La Araña, de Clarice Lispector (gracias Silvi y Majo).
jueves, 22 de octubre de 2009
Escondidas
La luz tímida en el salón
La brisa calma en el balcón
Y yo
Jugando a las escondidas con mi voz
Y con vos.
La lluvia de alaridos en mis pies
El cielo opaco en el colchón
Tus lágrimas se funden en el mar
Y yo
Cubriendo mi rostro en esa sal
En tu sal.
El canto de la viola en el zaguán
El luto de tu cara en la sien
El deambular de los suspiros sin querer
Y yo
Jugando a las escondidas con mi voz
Y con vos.
Nota: invento improvisado ayer con mi amigo Lui, mientras su alma buena intentaba ayudarme a cantar afinando... tarea difícil, si las hay.
sábado, 17 de octubre de 2009
Ay siguay sarita
A amarte toda la vida Celia
Ay siguay sarita.
Con todo el amor que tengo Celia
Había jurado yo amarte Celia
Ay siguay sarita.
Tu nomás tienes la culpa Celia
Para querer esta vida Celia
Ay siguay sarita.
Andando de brazo en brazo Celia
Cambiando amor por amores Celia
Ay siguay sarita.
Nota: Es uno de los tinkus que escuché toda la tarde desde el 8º piso, mientras laburaba. Abajo, más de 200 comparsas de residentes bolivianos en Buenos Aires veneraron a su patrona, la Virgen de Copacavana. Me dieron ganas de bailar... Ay siguay sarita.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Pasa
jueves, 8 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
¡Viva, Negra, viva!
A veces pareciera que gana la injusticia. Y pensamos por qué se van personas como la Negra Sosa, si todavía siguen viviendo (en countries y con privilegios a pesar de estar condenados por la Justicia) genocidas como Antonio Bussi. Por qué la vida se empeña en hacer vivir a quienes no se merecen nunca un grito como el ¡Viva! Ella se lo merecía. Él no, nunca. Como el Nunca más.
Viva Tucumán, Negra querida. Viva Tucumán, menos uno. Menos él. El del country, el del privilegio. Viva usted, por siempre. ¡Viva!
viernes, 2 de octubre de 2009
Metamorfosis
sábado, 26 de septiembre de 2009
Mujer
Mira lento. Suspira. Vuelve a mirar. La sensación de tirantés de los finos pliegues de su piel le hace resonar los consejos de su tía. Ya deberías comenzar a usar crema, porque en breve esas pequeñas líneas se comenzarán a notar. Pero se olvida. Siempre se olvida en el momento en que debería acordarse. Se cansa más. Sale de noche y muy pronto se emborracha. Tiene sueño más de la cuenta. Siente la letanía del cuerpo, aunque aún no dio de mamar. Y de pronto los recuerdos se le convierten en nostalgia. Se arrepiente. Mucho más a menudo se arrepiente de lo que no dijo ayer, de lo que dejó pasar aquel día, de aquello que miró con ligereza. Se preocupa con más intensidad. Discute con más euforia. Ya no son tan fáciles las lágrimas. Y se detiene, casi minuciosa, en eso que ahora le cuesta pero que antes conseguía sin preocupación. Casi no recuerda lo que soñó anoche, pero es más apasionada al soñar. El amor pasó, la rejuveneció incansable, la tiró como una lanza, la despabiló, la volvió a dormir. Y de repente siente que su mirada se torna más dura, más tosca, menos angelical. La sonrisa es menos tímida, más locuaz, más espontánea, pero más selectiva. Ya no le teme a la soledad, o sí, pero no se conforma con una blanda compañía. Las mañas le tiñen la frente y las inseguridades ya no la atormentan tanto. Cara lavada, zapatillas de lona, uñas pintadas y cabellos despreocupados. No le importa la cabeza sentada, aunque debería usar valija porque la mochila le hace doler la espalda. Niña para el mundo. Mujer para la raza.
Nota: A mis amigas del barrio, ahora desperdigadas por varios barrios... y sobre todo a la Negra, que hoy cumple 32 años.
martes, 22 de septiembre de 2009
Curiosa sutileza
Nota: extracto de "Sobre héroes y tumbas", de Ernesto Sabato.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
El 15
No suelo ser supersticiosa, pero me gusta el 15. Y aunque lo que busco no es precisamente suerte, ni que me ayude el azar, ayer me dieron ganas de darle crédito al 15. Ojalá que sí.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
No se negocian
martes, 8 de septiembre de 2009
Muda
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Satisfacción de la muerte
Nota: extracto de "La invención de Morel", de Adolfo Bioy Casares
martes, 1 de septiembre de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
Dulzura distante
Me acordé. Y tu dulzura distante. Y voló, voló mi destino. Y duró mi vida un instante.
Otro bello tema de Fernando Cabrera con la bella voz de Ana Prada.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Dolor impaciente
lunes, 24 de agosto de 2009
Implacable
martes, 18 de agosto de 2009
Lo difícil de las trampas
Más difícil aún: descubrirlas y no poder esquivarlas.
lunes, 17 de agosto de 2009
Agua
sábado, 15 de agosto de 2009
Tanto
jueves, 13 de agosto de 2009
Pablito
Se llama Pablito y hoy cumplió 22 añitos.
miércoles, 12 de agosto de 2009
Tic-tich-tashh
Tic-tich-tashh-trummm-ploinnngg... ¡Uy!, se cayeron las ideas.
Las estoy buscando, sepa disculpar.
sábado, 1 de agosto de 2009
Hojita de albaca
frecurita de azahares,
te canto, te bailo, te arrumaco, te amo.
Ay, hojita de albaca
te descubro,
te veo, te huelo,
tu pielcita suave y entalcada.
Ay, frescurita de azahares
el despertar de la Pacha,
vaya ritual, viento y quebrada.
Mi frescurita de azahares
hoy, tu madrina cerca,
siempre, en tu almita lejana
que hacía tanto añoraba.
Nota: dedicado a mi ahijadito, mi huevoncito, Ulises, que finalmente conocí hoy. Mitad tucumano, mitad jujeño y nacido cordobés, lo bautizamos hoy con ofrendas a la Pachamama, en el día en que se celebran los rituales dedicados a ella, la Madre Tierra.
martes, 28 de julio de 2009
Las madres y el celular
- Y no, mamá, ¡qué novedad puedo tener si hablamos hace 15 minutos!
- Buenooooo, es que te extraño, che. No seas malaaa.
- Bueno, mamá, es que es lo mismo cada vez.
- Ta’ bien. ¡Te quiero! Chau.
- Chau.
Encontré de casualidad este video (muy gracioso, por cierto) donde ironiza la situación de una madre que llama una y otra vez a su hija, por cualquier razón (o sin razón). “¿Qué pasaría si tu madre pudiera llamarte todo el tiempo?”, pregunta. Yo respondo: “Uff, decímelo a mí”.
viernes, 24 de julio de 2009
Las escapadas de mi viejito cabrón
2- Un día vinieron mis compañeros del secundario a hacer un trabajo a casa. “Tu perro está en la avenida toreando a los colectivos, lo van a matar”, dijo uno de ellos. Salí a buscarlo, pero no lo encontré. El muy cabrón a veces se alejaba tanto que uno no sabía por dónde andaba. Pero a la tardecita siempre volvía. Rasgaba la puerta de entrada para que le abramos. Ese día no volvió. Ni al día siguiente. Ni al siguiente. Lo buscamos por todos lados, hasta en los alrededores de la avenida, pensando que quizás lo habían atropellado. Pero nada. A la semana habíamos perdido las esperanzas y empezamos a llorarlo. Era una mañana de un invierno tan frío como el de estos días. Amanecimos con su rasguño en la puerta y su llantito agudo. Traía puesto un pulóver ajeno.
3- Hace poco cumplió 15 años. Estaba sordo, casi sin dientes y con una afección cardíaca que lo cansaba demasiado cuando caminaba mucho rato. Pero seguía siendo tan entusiasta como aquellos años en los que me seguía al colegio o se metía en mi cuarto a marcar territorio en la pata de mi cama. El muy cabrón, mi viejito cabrón, se volvió a escapar hoy. Pero, esta vez, se escapó para siempre.
miércoles, 22 de julio de 2009
Pasta frola
sábado, 18 de julio de 2009
Súplica
viernes, 17 de julio de 2009
Y para mí también
El otro día le respondí, sin detener mi andar apresurado. “Qué suerte, compay, déjeme un huesito pa’ la próxima”, le dije al pasar. Me miró desorientado. Y siguió, sin pausa alguna: “¡Hay parrilla para dos, para tres, para cuatro!... y para mí también”.
miércoles, 8 de julio de 2009
Tan pero tan buena
Nota: para mi queridísima amiga Abi, Feliz cumpleaños.
lunes, 6 de julio de 2009
Que llueva, que se vaya
jueves, 2 de julio de 2009
miércoles, 1 de julio de 2009
Libre de humo
viernes, 26 de junio de 2009
Los suburbios del voto
"Mirando por melancólicas ventanillas de un viaje en tren por la periferia de la ciudad, no necesariamente la zona más pobre, las fachadas de las casitas siempre hablan. ¿Qué murmuran? Se las ve modestas, con jardincitos un tanto deteriorados, pero algunos pórticos estilizados remedan atendibles aspiraciones. No es fácil descifrar lo que dicen y cómo van a opinar esos ventanucos, esas terrazas con asador, esas verjas que buscan reforzarse. Se juegan cuestiones que importan a sus dueños o inquilinos, aunque se digan indiferentes a lo político. Hay en esa arquitectura popular ideas soterradas, adivinables tal vez en un llamador de puerta recién lustrado o en el fileteo ingenuo de una balaustrada. Pueden revelar deseos contenidos, ansiedades inasibles. ¿Pero dónde están las ideas? ¿Cómo se las expone o despliega en conceptos, léxicos e imágenes?
Durante mucho tiempo existió en el país lo que podríamos llamar una “política de ideas”. Se trataba de valorar el papel del Estado, el uso de los recursos públicos, el sistema de libertades, la representación social en general y los modos de practicar las luchas. Palabras como pueblo y oligarquía, derecha e izquierda, reforma y revolución, privatización o estatización, liberalismo económico o autonomismo social se referían al modo en que la imaginación pública, durante ciclos históricos completos, había interpretado la cuestión del vivir común. Y sobre todo, las variadas imágenes de verdad que emanan del concepto político esencial: el pueblo. ¿Esos términos con los que se habló, desde Aristóteles al general Sandino, acabaron?"
Para seguir leyendo, hacer click aquí.
Nota: extracto de una columna de Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, que se publicó ayer en Página/12.
Muertos vivos
miércoles, 24 de junio de 2009
La estrellita
Así se gestó su futuro. Así le moldearon la vida. Desde los siete la “mandaron” a estudiar guitarra en un conservatorio y danzas clásicas en el partido de San Martín, donde vivió cuando era niña. “A mí me encantaba. Hasta que empecé a darme cuenta que mis monigotes no bastaban, que debía estudiar todo el tiempo, que ya no era más la estrellita de nada ni de nadie... todos estaban en la misma, y en danzas, muchas eran mejor que yo”, cuenta, para resaltar cómo juega en esto la competencia. Su mamá la encerraba a estudiar teoría y solfeo o la llevaba a cuanto casting televisivo había. Su sueño de niña se había transformado “¡en el sueño de mamá!”.
Después de estudiar casi diez años, abandonó danzas primero, el conservatorio después, y por último su primer trabajo relacionado con la carrera: el Coro de Niños del Teatro Colón. “Dejé danzas después de sentir que realmente nunca lo iba a lograr. Si bien siempre fui menudita, no tengo mucha cintura y eso para la danza no va”, relata. Y luego recuerda aquella enfermedad que le agarró por su obsesión de estar flaca, y que la llevó a no comer nada en todo el día, o a subir y bajar varias veces por las escaleras los nueve pisos que separaban la planta baja de su departamento.
Abandonó todo, y la simpática estrellita se opacó. Hasta que llegó al diván y, pasados los 30 años, recibida de maestra jardinera y devenida en empleada administrativa, retomó la música y el canto. Armó algunas bandas con amigos, se puso a estudiar en Sadaic, y todas las tardes cuando vuelve a casa se pone a componer y a tocar la guitarra. Ella ama la música, pero no pudo hacer de ella su verdadera ocupación. “Ojalá pudiera vivir de la música, pero ya es tarde”, se lamenta.
La historia de Adriana sabe a frustración. Sin embargo, ahora disfruta de la música como no lo hacía desde aquellos años en que nada parecía preocuparle más que cantar en las guitarreadas con su papá. Volvió a ser la estrellita. Pero esta vez, su propia estrellita.
Nota: Con esta historia (ahora cambiada un poco para este post) comienza mi trabajo final de Maestría en Periodismo, que hice en 2005: es un largo reportaje sobre la vida de niños con profesiones de grandes.
lunes, 22 de junio de 2009
Calorcito humano
“La fiesta del calentamiento local”, la llamó. Y fue como cualquier otro encuentro entre amigos, música, bebida, instrumentos musicales, bromas, y demás. Pero con una temática distinta: reflexionar, desde el hacer, deshacer y no hacer cotidiano de cada uno, por qué se demora en llegar el frío en invierno. Hubo poesías, chistes, baile, juegos y hasta se prendió una especie de hoguera para que cada uno pueda quemar aquello que considera que hace (o no hace) y que perjudica a la llegada del frío.
El uso de bolsas de residuos, la no separación de la basura, fumar, dejar la computadora prendida sin usarla, el uso de focos que no son de bajo consumo… La lista sigue, claro. Y se extiende mucho más allá de las cerca de 30 personas que asistieron a la fiesta, y se cuela en cada uno de los 365 días del año, en cada comienzo de una estación nueva, en cada curva del andar cotidiano.
Hubo charlas, besos y abrazos con desconocidos. Hubo compartir un debate ausente en los boliches de moda. Hubo turrón que, como la garrapiñada, es un dulce para comer en invierno (no en nuestra Navidad, como lo adoptamos de la costumbre estadounidense), hubo canciones, hubo clima de frío, pero también hubo calorcito. Un calorcito bien humano.
viernes, 19 de junio de 2009
Rechazo a la soja
Supongo que se gestó en mi niñez. Siempre hay imágenes repulsivas de la niñez que se mimetizan con los gustos y mal gustos (o disgustos) de cuando somos grandes. Y creo que sí, que éste es uno de esos casos, que además se fue acentuando con los años, por alguna que otra anécdota perturbadora. Lo cierto es que le tengo rechazo a la soja. Sí, sí. Justo ahora que se usa comer con salsa de soja, que se habla de la soja como comida sana, que es uno de los productos argentinos y demás campañas favorables. Pero yo le tengo rechazo. A saber:
- De chica, calculo que durante las épocas hiperinflacionarias de los 80, en casa éramos tan pero tan pobres que mi mamá cocinaba tooooooodo a base de soja: milanesas, pizza, leche, tarta, queso, y muchos etcéteras más. Recuerdo su olor nauseabundo, su feo color caqui, todos los bols de casa repletos de soja en remojo y el viejo trapo en que la colaban. No se comía nada fuera de la soja. Pero nada de nada, ¿eh?
- Hace un par de años quise entrar en el mundo de chica-vida-sana. Me compré un par de veces esas milanesas (¿o hamburguesas?) de soja. Hasta que un día se me cayó justo al lado de una zapatilla maltrecha. Literalmente descubrí que se parece más a una suela de zapato que a una milanesa.
- Durante las privatizaciones de Menem, mi papá (ingeniero electricista él) se quedó sin trabajo en la ex estatal Agua y Energía (ahora EDET, EDESUR, EDENOR, depende de la zona donde roba). Entre sus intentos por volver a empezar, se le ocurrió ¡plantar soja! Ese año (justito) hubo sequía o demasiadas lluvias, no sé. Pero le fue mal. Y otra vez, con las enormes bolsas que sobraron en casa: a comer soja, una y otra vez, en todos sus formatos posibles.
- No hace mucho charlé con un aborigen del ex impenetrable, de Chaco. Y digo ex, citando sus propias palabras: “Ex impenetrable, dirás. Ya no es más impenetrable. Lo devastaron con plantaciones de soja”.
- El año pasado, cuando comenzó el conflicto del Gobierno con el campo, terminé de sellar mi absoluto rechazo a la soja (y a todos los que la rodean).
miércoles, 17 de junio de 2009
La dicotomía de Peña
- El tipo casi ni nos saludó, mucho menos nos dio un beso o nos estrechó la mano. Más bien, nos miró con desprecio hasta que la cámara comenzó a grabar.
- Hizo un par de bromas nada más. Entre ellas, mientras sacaba hielo de una conservadora, pidió que no filmemos hacia allí porque capaz Fontevecchia (director de Perfil) se escandalizaba al ver que ahí guardaba su merca.
- Tomaba wisky mientras hablaba con nosotros, y se maquillaba y arreglaba. Minutos después subiría al escenario.
- Por momentos (sobre todo cuando pregunté por su cruce con D’Elía), parecía que quería comerme viva con los ojos. Después de desviar la charla en otra dirección, despotricaba solito contra el piquetero.
- Cuando se apagó la cámara volvió a hacernos sentir pequeñitos y casi casi nos echó.
- Desde que llegamos hasta que nos fuimos -y usando la dicotomía que él mismo planteó-, estuvimos en un ir y venir entre los “negros de mierda” y la “puta oligarquía”.
Cómo vota la redacción
Capital
Pino Solanas: 9
Carlos Heller: 5
Prat Gay: 3
En blanco: 3
Héctor Polino: 1
Provincia
Néstor Kirchner: 7
Margarita Stolbizer: 7
En blanco: 4
Fracisco De Narváez: 2
Martín Sabbatella: 1
viernes, 12 de junio de 2009
Será...
martes, 9 de junio de 2009
De amagues y encuentros
viernes, 5 de junio de 2009
Té en ebullición
martes, 2 de junio de 2009
La “rareza”
jueves, 28 de mayo de 2009
A buscar otra epidemia
Fin de la paranoia. A buscar otra epidemia.
lunes, 25 de mayo de 2009
Vaya cobardía
viernes, 22 de mayo de 2009
martes, 19 de mayo de 2009
Recuerdos marañosos
Entraron y entraron por lo que parecía ser un sendero desdibujado. De pronto, un estruendo. Y un grito. Feroz, cegado. “¿Quién anda por ahí?”. De nuevo el estruendo, una y otra vez. Eran tiros. Ellos sabían que eran tiros, aunque nunca antes habían escuchado uno de verdad. Al piso algunos. A la carrera otros. Para un lado, para el otro. “¡No dispare, somos niños!”, gritaba uno de ellos. Otro, lloraba con la cabeza tapada con los brazos. “¿Y Julián? ¿Dónde está Julián?”, se oía en medio de la agónica desesperación.
Huyeron, como pudieron. El canal, más abajo, hizo de refugio. De repente, el silencio. Y lo ven ahí, tendido, manchado y con los ojos dados vuelta. Otra vez, un grito. Otra vez, la confusión. Por última vez, la imagen de su amigo Julián.
Los años pasaron. Hoy, un extenso barrio residencial tapa ese monte de marañosos recuerdos.
lunes, 18 de mayo de 2009
Fruti, fruti y tuti fruti
domingo, 17 de mayo de 2009
M’ hijo, el cajón
viernes, 15 de mayo de 2009
La maldición del pato
jueves, 14 de mayo de 2009
martes, 12 de mayo de 2009
domingo, 10 de mayo de 2009
jueves, 7 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
Las aceitunas de Clemente
Hoy recordé aquellos tiempos, luego de ver una entrevista a Caloi que le hizo Vero W. para su blog Muy Buen Provecho, de Perfil.com. Allí el humorista cuenta, ni más ni menos, por qué su personaje más famoso ama las aceitunas, y hasta revela que tuvo “relaciones carnales” con ellas. Un relato encantador, que puede verse en este video de poco menos de 3 minutos:
martes, 5 de mayo de 2009
Despabilar la vida
miércoles, 29 de abril de 2009
Destrucción ecuménica
martes, 28 de abril de 2009
Inocencia endiablada
T había compartido con J casi todo en su corta vida. Una vez, J le había enseñado a T a leer la borra del café -costumbre ancestral de la familia-, pero T nunca divisó allí tan estruendoso final: el día en que J despertó descarrillada, envenenada, y dejó de mirarla.
De repente, como si supiera que la muerte le rondaba, J prefirió la soledad de sus 80 años en la inmensidad de su antigua y descascarada casa. Sus ojos se transformaron y parecían destellar odio. Alechuzados de odio, parecían. Pero en realidad, su ternura se había transformado en dolencia de haberlo perdido todo: su marido, su único hijo y ahora su sobrina T, que de pronto le tenía miedo.
La salud de J se fue apagando, hasta que la internaron. Entonces T decidió visitarla, darle aunque sea el último beso, la última caricia, y decirle cuánto la quería. Pero J se transformó otra vez. El demonio estaba ahí. Se instaló ahí, entre las dos. Entonces T no pudo despedirse de su tía, que le enseñó mal a leer la borra del café. O lo hizo, sí, varios años después, endiablando su inocencia.
sábado, 25 de abril de 2009
Mis 15
2) Mis clases de cajón peruano.
3) Mis tardes en casa, escribiendo lo que me gusta.
4) El olorcito a durazno de mis sahumerios.
5) Música y un libro, en la cama.
6) La soledad inmaculada de mi monoambiente.
7) Las caminatas por San Telmo.
8) El sol otoñal en la cara, mientras pelo mandarinas en el parque Lezama.
9) Los colores de mi cubrecama.
10) Las pizzas de Tío Felipe, en San Telmo.
11) Andar en patas, sin ropa y con el pelo atado.
12) La ducha eterna de la mañana temprano.
13) Mi mate larrrrgo y amargo.
14) El Río de la Plata desde mi ventana.
15) El vértigo que me produce el viento furioso en el 10º piso.
Nota: No suelo engancharme en cadenas cibernéticas, pero éste es un pedido de mi amiga Fer: los 15 momentos de mi vida cotidiana que me producen placer. Ahora, se supone, debo designar a 5 blogs para que continúen con ella (vaya tarea). Sorteo previo, aquí van: Sentido urbano, Sin panquequear, Propiamente dicho, Colorita, ¡Qué blogudo!.
viernes, 24 de abril de 2009
Y se murió, nomás
Aunque el día es hermoso, el viaje comienza mal. En la puerta de la casa de Sixto Palavecino espera Rubén, uno de sus hijos. "El papi no está bien", anuncia, haciendo gala de esa costumbre santiagueña de llamar papi y mami a los progenitores, aún cuando el nene en cuestión tenga más de 50.
La idea era hablar con uno de los últimos referentes históricos del folclore argentino. Pero el poeta, cantante, "violinisto sachero" y difusor del quichua -ya es material de consulta su traducción del Martín Fierro, que le llevó casi una década- está enfermo. No tiene sentido preguntar qué le pasa. A los 94 años, uno tiene pleno derecho de enfermarse de cualquier cosa e incluso de cometer la imprudencia de morirse."
Y se murió, nomás.
Nota: El texto en entrecomillado es un extracto de la nota que escribió hace muy poco mi amigo y colega Diego Jemio. Estaba muy enfermo, Don Sixto. Así que tuvo que pensar cómo escribir una entrevista con un diálogo muy corto. Y supo hacerlo muy bien: con lindísimas e ingeniosas descripciones. La nota se titula "La leyenda del violín del monte", y se publicó el 19 de abril en Clarín Espectáculos.
jueves, 23 de abril de 2009
Ale
martes, 21 de abril de 2009
Cum-papadá
domingo, 19 de abril de 2009
Medir desde mi ventana
viernes, 17 de abril de 2009
miércoles, 15 de abril de 2009
Cuenta gotas
martes, 14 de abril de 2009
Agujas
La travesura quedó como una anécdota graciosa en la familia. Pero todavía hoy, 25 años después, ella se pregunta de dónde sacó semejante idea con tan sólo 5 años.
lunes, 13 de abril de 2009
Reencuentros
martes, 7 de abril de 2009
El tiempo está después
encuentra Belvedere
el tren saluda desde abajo
con silbos de tristeza
aquellas filas infinitas
saliendo de Central
el empedrado está tapado
pero allí está.
La primavera en aquel barrio
se llama soledad
se llama gritos de ternura
pidiendo para entrar
y en el apuro está lloviendo
ya no se apretarán
mis lágrimas en tus bolsillos
cambiaste de sacón.
Un día nos encontraremos
en otro carnaval
tendremos suerte si aprendemos
que no hay ningún rincón
que no hay ningún atracadero
que pueda disolver
en su escondite lo que fuimos
el tiempo está después.
Nota: “El tiempo está después” es una de las canciones más conocidas del cantautor uruguayo Fernando Cabrera. Es lindísima, pero también me resultan inevitables ciertas identificaciones con su poesía. Gracias a mis nostálgicos amigos de Buenos Aires (que en realidad no son de Buenos Aires), un día lo descubrí. Como el tiempo, lo demás está después.
lunes, 6 de abril de 2009
Heces
Ella: Ahhh.
Yo: ¿Qué son las heces?
Ella: Caca.
Yo: Ahhh. Qué palabra de mierda...
sábado, 4 de abril de 2009
Si sí, si no
viernes, 3 de abril de 2009
Debajo de la nariz
jueves, 2 de abril de 2009
“Visiblemente emocionado”
Así estaba, según los medios, Carlos Menem cuando fue al Congreso a despedir a Raúl Alfonsín. "Visiblemente emocionado". Pobre. La verdad que parecía que moqueaba, que se descomponía en cualquier momento. Hasta le dio un besito en la frente al fiambrecito. ¿Que qué? ¿Quién fue el que pensó que no estaba realmente consternado por la muerte de Alfonsín? ¡Schittt!, no sean tan maleducados. Hay que respetar en estos casos el dolor del otro, che. ¿Ustedes creen que cuando se acercó al cajón, en realidad, se vio a sí mismo ahí tendido? Bueno, convengamos que está viejito, pero… Sí, ya sé que es posible que ya sepa que su hora está cerquita, pero no le hagan saber de antemano que no tendrá tanta despedida masiva en el Congreso, por favor, sean respetuosos. Sí, claro, pobre viejo cabrón, quizás un poquito de reconocimiento por su "honestidad", su "democracia", su "honradez", su "respeto por las instituciones" y su papel de "defensor de los Derechos Humanos" tenga… ¿Ah, no? Sí, ya se que nos cagó, pero… Pobre viejo “visiblemente emocionado”, che.
martes, 31 de marzo de 2009
Ironía histórica
miércoles, 25 de marzo de 2009
Festejar el otoño
Hojas secas, crujientes. Máscaras ocres mediando la luz intensa, el sol que aún calienta, pero que de a poco se aleja. Poemas que caen y se esparcen. Un rostro alegre, una mirada azul, una guitarra, una canción, un té con limón. El juego va y viene. La sensación de que el año recién comienza, la rutina, los guardapolvos blancos, el olor a café con leche. Y una fiesta. La del otoño. La del comienzo de una nueva estación, con sus colores, sus sensaciones, sus rituales. Una fiesta que la simpática Colorita insiste en celebrar. Cada año, cada tres meses, un encuentro estacional. Me pareció una idea encantadora. Así que, por primera vez, festejé el otoño, y jugué con su manera de arribar. Ahora espero ansiosa las fiestas que vendrán.
martes, 24 de marzo de 2009
domingo, 22 de marzo de 2009
Sangre nómade
Sangre que no se enfría. Que sueña. Que transpira cada viaje. Que busca. Que encuentra. Que conoce todos y cada uno de los paisajes, aunque en el alma lleva los colores de la quebrada.
Sangre que no se intimida con los grandes edificios. Que recorre cada uno de sus rincones. Que abraza a cada uno de los rostros que encuentra en su andar, mientras suena su guitarra, su quena, su música.
Sangre que sabe. Que sabe que el wayra la acompaña, que sus hermanitos están, aunque queden desparramados por doquier. Que sabe que la pacha lo espera donde sea que vuele. Que sabe que la dispersión de su mirada es sólo una coraza que ya sabe contener.
Sabe, tanto es lo que sabe esa Sangre, que agarró sus cosas y se fue.
Sangre nómade. Sangre inquieta. No huyas. Más bien, que nada te detenga.
Nota: A mi amigo el Wayra, gran poeta y músico, hermoso viento que deja remolinos en su andar, mucha suerte en tu nuevo soplido...
viernes, 20 de marzo de 2009
martes, 17 de marzo de 2009
Monólogo
lunes, 16 de marzo de 2009
Vergüenza mayor
Nota: Extracto de “Diario de la guerra del cerdo”, de Adolfo Bioy Casares.
sábado, 14 de marzo de 2009
Inseguridad
Nota: extracto de la nota La otra "inseguridad", publicada hoy en Página/12.
Dolor sin nombre
Nota: Hoy pensaba en esos dolores que no tienen nombre, en esos vacíos que no tienen explicación que los rellene, en esas angustias que parecieran venir de la nada misma... Y recordé el comienzo de esta vieja y pequeña nota.
miércoles, 11 de marzo de 2009
Sin culpa
Hace poco intenté dejar de fumar. Y creí que lo había logrado. Dos meses me duró la hazaña, uauuu... ¡dos meses! Pero para ser sincerísima, sólo unas semanas sin hacer siquiera una pitada. Mi regreso al cigarrillo, para ser más precisa, duró casi un mes y medio (¡ja!). Y consistió en robar pitadas primero, algún que otro cigarrillo después. En ese asunto estaba yo por entonces, tratando de no creer que había vuelto, y con la frente alta ante los que me retaban por el regreso lento, pero seguro. Fue cuando Peluffo rescató, de entre mis excusas, una frase que quedó para que me tomaran para la chacota en el laburo: “A mi no me da culpa... porque yo lo hago”. Hoy Peluffo volvió de sus vacaciones en Cuba. Trajo de regalo una caja de puros. Son tan bonitos que me da pena hacerlos humo. Pero tiene razón, no me va a dar nada de culpa fumarlos.
martes, 10 de marzo de 2009
Angustia
Cuando finalmente entramos, me invadió una sensación de angustia que no se me pasó a los 5 minutos, ni a los 10, ni a los 30. Casi casi que me duró la hora entera que pasamos en ese cuarto oscuro, mientras el actor Juan Carlos Puppo contaba cuentos. Cuento puro o puro cuento se llama la obra de narración oral. Cuento puro o puro cuento, preguntaba Puppo una y otra vez entre cuento y cuento. Algunos se animaban a contestar, tímidamente. Pedían un cuento puro o un puro cuento. Ninguna de las veces atiné siquiera a mover los labios. Estaba inmutable. Dura. Sin moverme de la misma posición en la que me ubiqué al comienzo. Tenía pánico. No sabía qué rozaría si movía un centímetro la pierna derecha cruzada. Y rogaba que no sonara el celular que no había apagado pero sí, en cambio, había dejado en silencio. Si sonaba, la cagaba. Seguro se notaría la luz por debajo de la cartera tejida. Así que le puse arriba una revista que había robado en la recepción del teatro, y apreté con fuerza la cartera sobre mi falda.
Cuando prendieron las luces tenía aún las piernas duras y cruzadas. La mandíbula contraída. Los ojos abiertos como dos manzanas como si me ayudaran en el estado de alerta. Y una fea sensación frente a la oscuridad que no sentí ni de niña. ¿Los cuentos? Muy lindos, por cierto.
sábado, 7 de marzo de 2009
Lejos de mí, cerca de él
Anduvo por ciudades, por cientos de amistades, trabajos indeseables, creatividad a flor de piel con sensación de vacío entre el amontonamiento de gente exaltada. Zorro, lo llamaron. Zorro del desierto. Un Zorrito con la cola entre las patas que de a poco fue soltando, pero sin perder las mañas.
Recuerdo el día en que lo conocí, con su simpática tartamudez, su memoria fotográfica, su “ahicito nomás” y con la misma tonada que tiene mi familia paterna, oriunda de su mismo pueblo. Me acerqué. Me emocioné. Y desde entonces casi nunca me separé. Cuando me tocó el turno de partir a mí, ahí estaba él. Cuando grité, festejé, lloré, comí, me ahogué, triunfé, fracasé, reí, amé, bailé... Ahí estaba él.
Ocho años pasaron desde aquél día en que se fue de casa. Dejó el cigarrillo y con él su manía de afanar encendedores. Engordó. Se enamoró. Le sacó chispa a la guitarra, creó y dedicó canciones. Hizo una maestría. Se vistió de traje. Pero nunca, nunca, abandonó su letanía de desierto. Su deseo de desierto. Sus encantadoras mañas de desierto. Será por eso que regresó a la tierra de los cerros, de los dulces caseros, de las frutas dulces y jugosas, y de los “ahicito nomás”. Ahí está él ahora. Lejos de mí. Tan cerca de él.
Nota: Para mi entrañable amigo, hasta siempre...